Autoridad judicial de la Ciudad de México, despoja de su casa a Juan Pablo García Tamez, viudo del artista visual Richard Moszka

Corrupción, complicidad y robo de propiedades se gesta desde los tribunales capitalinos: García Tamez

Despojar a familias de sus viviendas, práctica común en la Ciudad de México: Wendy Tinoco, abogada

Por Antonio Medina Trejo *

El artista visual Richard Moszka (1968-2025) falleció de un infarto en su casa de la colonia Roma el pasado 21 de julio. Dos días después de su deceso, vecinos dieron parte a las autoridades judiciales, pues su cuerpo sin vida fue encontrado en la azotea de su casa, donde el artista compartió más de dos décadas con el escenógrafo, Juan Pablo García Tamez.

En entrevista, el viudo de Moszka, con visible dolor por el recuerdo de su compañero, relató que las autoridades judiciales de la ciudad de México han actuado de forma totalmente irregular con respecto a la muerte de su pareja, a quien no le permitieron ver en un primer momento en la morgue después de su deceso, y una vez que le autorizaron reconocer el cuerpo, le mostraron a otra persona, no la de su compañero.

Luego de dos días de trámites y luchar contra la burocracias y los prejuicios de autoridades ministeriales, Juan Pablo pudo recuperar el cuerpo de su compañero de vida para ser incinerado, y posteriormente velado con familiares y amistades de ambos que acudieron a despedir a quien en vida aportó reflexión y crítica social con su propuesta artística.

Lo que siguió después de la emotiva despedida de Richard Moszka ha sido un verdadero suplicio para Juan Pablo, quien tuvo que viajar a Europa por un mes debido a compromisos contraídos con antelación. A ese viaje lo alcanzaría Richard, pues asistirían a la boda de un ahijado de Juan Pablo en Estambul.

Una vez que regresa a México García Tamez, el 5 de septiembre, supo por vecinos que la casa que compartieron por más de dos décadas estaba ocupada por personas desconocidas que quitaron los sellos, pues contaban con una orden judicial emitida por la ministerio Público, Tiara Zenthyaze Pérez Puga, de zona territorial Cuauhtémoc, que los avalaba como propietarios de la casa, sin mediar un proceso legal transparente.

Para la autoridad no ha valido que Juan Pablo ha demostrado ser el concubino de Richard, o que en la Notaría Pública No. 2 de la ciudad de México existe un testamento donde él aparece como usufructuario de la vivienda que habitaron juntos, a la cual ambos contribuyeron para su restauración luego de la compra en el año 2005.

Entre las preocupaciones de Juan Pablo, está que mucha de la obra de su compañero permanecen en el interior de la casa, sin el cuidado que requiere la obra gráfica del artista, ni la garantía legal que demanda la producción material con el alcance que tuvo Moszka en el mundo artístico mexicano e internacional, que logró con el paso de los años. “Eso no lo pueden entender quienes están ocupando ilegalmente la casa, pues entender a Richard y su obra requiere conocimiento artístico, sensibilidad estética y comprensión del contenido de su mensaje social”, dijo Juan Pablo.

De acuerdo a la denuncia que interpuso Juan Pablo, las autoridades judiciales de la Ciudad de México usaron su primer declaración ante el Ministerio Público Diego Leopoldo González, quien le sacó infamación que permitió fraguar el despojo en menos de un mes. Ante ello, dice García Tamez, “están cometiendo delitos graves por despojarme de mi vivienda, propiedad de Richard, pero que habitamos por más de 20 años en calidad de concubinos”, con los derechos que emanan de esa figura legal y que garantizan las leyes vigentes de nuestra ciudad.

Además, agrega: “¿Cuándo se ha visto en México, con la terrible burocracia que existe, que se entregue una propiedad en menos de un mes a quienes nada tiene que ver con la persona fallecida?… regularmente los procesos son muy engorrosos, pues se supone que protegen los derechos de las familias, pero en este caso, la autoridad entregó una propiedad de manera ultra rápida al señor José Julián Herrera Castro, quien supuestamente compró la casa medio años antes de la muerte de Richard, sin demostrar nada de esa supuesta compra”, además sin antes verificar el testamento que dejó el artista, lo que aclararía la autenticidad de lo que reclama Juan Pablo García Tamez como derecho contraído por su vinculo concubinario con el artista.

A pesar del dolor y su visible afectación emocional por la repentina muerte de su compañero, Juan Pablo ha emprendido una lucha contra el poder judicial de la Ciudad de México para hacer valer sus derechos como compañero de Richard Moszka, y ha recurrido a todas las instancias posibles para ser escuchado y se reconozca su relación sentimental, que construyeron durante un cuarto de siglo: “estuvimos juntos, libres, sin necesariamente estar atados por un papel o por un convencionalismo que ni a Richard ni a mi nos importaba experimentar”.

De acuerdo a los análisis y revisión de cómo se han dado los acontecimientos, Juan Pablo explica que junto a su abogada Wendy Tinoco, han llegado a la conclusión de que en las instituciones de justicia de la Ciudad de México existe una mafia que aprovecha la vulnerabilidad de las personas deudas de quienes fallecen para despojarlas de sus propiedades, particularmente cuando se trata de familias en disputa por la herencia, cuando hay extranjeros de por medio o cuando hay irregularidades mínimas en las propiedades, lo que usan de pretexto para despojar a la gente de sus inmuebles.

En este caso, al ser extranjero Richard, aunque nacionalizado mexicano, y no tener un vínculo matrimonial con Juan Pablo, el aparato estatal capitalino “operó con delincuentes inmobiliarios para inventar una compra-venta y beneficiar a personas que nunca han acreditado tal negociación”, ni se ha demostrado algún pago en las cuentas de Moszka, que tenía mancomunadas con Juan Pablo, además de llevar a cabo un proceso relámpago de adjudicación de un inmueble sin antes leer el testamento ni proceder a desocupar el inmueble para entregar objetos personales a deudos del artista de origen canadiense.

A todas luces, este caso de despojo es un claro ejemplo de cómo opera el gobierno capitalino contra grupos vulnerables, como ha sucedido con Richard y Juan Pablo, una pareja gay que optó por vivir en concubinato, sin la atadura conceptual del Matrimonio Civil.

Éste caso no es aislado, pues desde que Juan Pablo inició su lucha para que le sean reconocidos sus derechos como compañero de vida de Richard, se ha ido enterando de mucha gente que está en igual situación bajo un modus operandi que está despojando a las personas de sus propiedades, particularmente personas de la tercera edad, extranjeros, o quienes por algún motivo tienen adeudos o faltas administrativas en sus propiedades, que se usan como pretexto para jueces ordenen el despojo a las familias y adjudicarles sus propiedades a delincuentes que operan en concordancia con autoridades judiciales.

* Asociación Mexicana de Comunicación para la Igualdad. @antoniomedina41

Post Author: Antonio Medina