‘Nubes atiborradas llovieron sueños’. Una obra de teatro que tienes que vivir

Por Gabriel Gutiérrez García

La intensidad del amor en todas sus facetas se vive más durante la adolescencia, si te enamoras lo haces con rabia, con hormonas, con mucho sexo, con poca inteligencia y usualmente sientes y sientes mucho, de hecho, tanto sentir te puede llegar a doler

Conforme el tiempo pasa y vamos creciendo dejamos de sentir o sentimos muy distinto a cuando tenemos la piel tan fresca y tan sensible.

Los actores de la obra utilizan uniformes “príncipe de Gales”. Ignoro sí el vestuario de la obra de teatro “Nubes atiborradas llovieron sueños o las perspicacias del amor, un tratado sobre el amor” que el director y dramaturgo Enrique Aguilar presenta por tercera temporada en el Teatro “La Capilla” en Coyoacán tenga algo que ver con esa época de la vida.  Pero a mi como espectador eso me hizo conectar mucho con los actores, si a eso sumo su juventud, el lenguaje que manejan todo hace match de inmediato. 

Lo que sí sé es que el espíritu de Salvador Novo se siente satisfecho de ver que “Nubes…” se escenifica en lo que fue su teatro. 

Enrique Aguilar autor y director de “Nubes…” señala que la obra es un tratado sobre el amor en sus diferentes facetas: fraternal, filial, tortuoso, sexual y el amor enamorado. Y es que las nubes del cielo son tan cambiantes como la vida. Pueden ser nubecitas iluminadas tenues, fugaces como una relación sexual que se queda en eso. Hinchadas de agua que pueden llover por horas, inundando, arrasando, llevándose todo. Pueden ser nubes que se miran con nostalgia en un cielo despejado de esas que te acompañan desde el cielo y van cambiando de formas. 

LabTeatro, compañía fundada en 1999 y con 22 años de trayectoria en las artes escénicas, presenta “Nubes” en el teatro “La Capilla” en Coyoacán todos los viernes de febrero a las 8 p.m. 

La obra es escenificada por los jóvenes y profesionales Derek Arnauda, Alexis Muñoz, Alejandro Porter, Gabriel Sedglach / Raúl Josephe Meléndez (alternando funciones) y Alberto García.

Y algo que hay que destacar es el trabajo redondo que toda la obra tiene. Pues atrás de una obra hay muchas personas que no vemos, pero sin los cuales una obra no se puede presentar. Raúl Josephe Meléndez en la coordinación física y training, Bernard Camarena y Mali Ríos en la iluminación; coreografía de Derek Arnauda y música original y diseño sonoro de Bruno García Garduño; composición de Nocturno y dirección vocal de Alejandro Andonaegui.

Post Author: anodis