Encapsulamiento y gas lacrimógeno contra personas Trans en CdMx

Por Antonio Medina @antoniomedina41

Este 20 de noviembre de 2021 queda en la memoria del movimiento trans de la Ciudad de México un agravios más contra ellas y ellos por parte del gobierno que encabeza la señora Claudia Sheinbaum, quien recientemente simuló la inauguración de una “Clínica Trans” que ya existía desde gobiernos anteriores, y quien ha regateado avances en políticas públicas a favor de ese sector de la diversidad sexual. 

El suceso represivo se dio cuando inició la conmemoración del Día Internacional de la Memoria Trans el sábado, que tendría una marcha pacífica del Monumento a la Revolución a la Glorieta de Insurgentes.

Sin ninguna explicación por parte de autoridades del gobierno capitalino, la marcha fue detenida por un desproporcionado comando de granaderos que contuvo su andar con gases lacrimógenos, empujones y el clásico encapsulamiento que paraliza el andar de las personas en las marchas. 

Estos conatos de violencia gubernamental han sido lo común en los años que lleva en el poder la señora Sheinbaum. Tan sólo en últimas fechas ha reprimido a  jóvenes que viven con VIH al protestar por la falta de medicamentos antirretrovirales en las inmediaciones del Senado de la República, y lo mismo hizo con estudiantes universitarios del CIDE, que también han sufrido la asfixia por el gas lacrimógeno y el encapsulamiento con granaderos que portan uniformes e instrumentos habilitados para controlar manifestaciones con la fuerza y la violencia. 

En el caso de la represión de este 20 de noviembre se trató de mujeres y hombres trans que salieron de manera pacífica a conmemorar el Día Internacional de la Memoria Trans, que recuerda el trágico asesinato de Rita Heter, una activista trans que fue brutalmente asesinada en Allston, Massachusetts, en 1998. 

Las activistas mexicanas que organizaron su marcha este año externaron a los medios de comunicación que su manifestación tenía por objeto la visibilidad de sus demandas para que fueran escuchadas por quienes toman decisiones políticas, tanto a nivel legislativo como en los espacios gubernamentales. 

No fueron pocas las declaraciones de rechazo a la hipocresía de la señora Sheinbaum que en el discurso ha intentado convencerlas de que está a favor de los derechos de las personas trans, mientras que actúa de manera diferente a la hora de aplicar políticas públicas que respondan a los avances que se lograron hasta antes del 2018. 

En ocasiones anteriores he manifestado mis críticas al gobierno por considerar que recibió una ciudad presta a continuar con políticas incluyentes para la diversidad sexual y no lo ha hecho, pues de 1997 al 2018 se logró construir un andamiaje legal y gubernamental incluyente que permitiría continuar evolucionando en la lógica de la progresividad de derechos. 

La realidad es que no se ha visto ese avances y sí la simulación con el refriteo de logros del pasado pero sin avances reales. Además, este gobierno ha sido mezquino al desarticular al activismo, que hoy, o trabajan en el (y como lacayos, callan como momias ante las irregularidades), o han cooptado activistas que venden la lucha por migajas de recursos económicos. 

Que bueno que a pesar de esos intentos gubernamentales por simular, hay activistas que no se venden, que siguen defendiendo con ética sus convicciones y denuncian la hipocresía del gobierno actual. 

Este gobierno parece temeroso a la libre manifestación de los diversos movimientos sociales y sin más remedio la Jefa de Gobierno actúa como regenta de una capital que promueve como “Ciudad de los Derechos”.

Post Author: anodis