El reto de los candidatos LGBTTQI+ en un México convulso

Por Rodrigo Sánchez

Se acerca el día que más disfrutan los políticos y uno de los que más detestamos los ciudadanos: las elecciones. En esta ocasión, la contienda en la que se disputarán alcaldías, gubernaturas y diputaciones se tornó ‘arcoíris’. 

De acuerdo con cifras publicadas en W Radio el 17 de mayo, el 1.9% de candidates a disputar puestos de elección popular en la próxima jornada electoral se identificaron como parte de la comunidad LGBTTQI+. 

De cara a una mayor inclusión, en un país donde aún permean crímenes de odio y narrativas de exclusión y discriminación, la visibilidad de la comunidad es elemental en la construcción de la democracia, que se ha visto mermada ante el peligro de un congreso hegemónico y una presidencia donde importa el personaje y no la ciudadanía. 

La representación importa, lo dice la famosa Chimamanda Adichie en su emblemática TED Talk. Sentirnos parte de la historia que se cuenta y se (re)significa nos da sentido de pertenencia a esa comunidad imaginaria a la que conocemos como nación.

Individues que pugnen por nuestros derechos y pongan en la agenda política del Congreso de la Unión es relevante. Más allá de sentirnos parte de la toma de decisiones, se pone en jaque derechos elementales como la igualdad de matrimonio, se discuten legislaciones de protección de derechos y se ‘garantiza’ el acceso igualitario para todes, sin importar el género. 

Ahora bien, la horda de candidates, ¿realmente pugnan por los derechos de la comunidad LGBTTQI+ o se suman a la montaña de pretextos para obtener votantes para estructuras partidistas arcaicas y que no tienen una agenda para la comunidad? 

La pregunta está en el aire y no se dudan de las buenas intenciones, de las agendas inclusivas, pero más allá de, inmediatamente, dar el voto a los candidates LGBTTQI+ debemos conocer sus propuestas, informarnos sobre su labor social y conexiones con la sociedad. Porque no podemos permitir que solo por formar parte de la comunidad lleguen al curul, personajes que se cuelgan de una bandera para seguir legislando de la misma forma de siempre. 

Vivimos tiempos convulsos, que nos orillan a repensar. Es necesaria y obligada la inclusión en un México que lo pide a gritos, pero no vacía de significados, no vacía de propuestas y no únicamente colgada de banderas y causas que, al final, podrían ser las perdedoras. 

Post Author: anodis