Por Fabiola Díaz de León
Esta semana fue detenida y vinculada a proceso la precandidata de la coalición Va Por México (PRI PAN PRD) Diana Sánchez Barrios bajo las acusaciones de Extorsión y Robo de Pandillas derivada de una denuncia hecha por un comerciante del centro histórico a fines del 2020.
La activista y fundadora de ProDiana A.C. se ve ahora con sus cuentas congeladas por la UIF y detenida en Santa Martha Acatitla. Se le suma el agravante de haber estado relacionada con la Unión Tepito, a quienes les pagaba la cantidad de 100 mil pesos mensuales por su protección y, se dice, que dicha relación también se deriva de haberles facilitado la regularización de predios en zonas como el Barrio Bravo y colonias aledañas.
El PRI fue quien estaba por lanzar su candidatura a la Alcaldía Cuauhtémoc, la misma donde se le achacan los ilícitos. No es de extrañar que una persona que regula por lo menos a 1500 comerciantes informales tenga el apoyo de cientos de ellos manifestándose a su favor para garantizar un proceso justo para su lideresa, lo que sucedió ayer jueves en la colonia doctores frente al poder judicial.
Ella señala que su detención se debe más a una persecución política que a otra cosa, una artimaña para frenar su candidatura de parte del partido en el poder para favorecer a su contendiente del PES.
Se le dictó prisión preventiva y se le presume inocente, pero Sánchez Barrios ha estado ligada a una larga historia de rumores y acusaciones desde hace una década por activistas y particulares que la señalan como agresora y prepotente en muchas ocasiones.
Para la diversidad es muy importante que las figuras que nos representen sean sólidas y cuenten con preparación y estatura civil para desempeñar cargos públicos. No dejamos de ser señaladxs como personas alejadas de la norma “moral” y nuestrxs candidatxs van a ser lxs más visibles y distintivos de lo que es la diversidad mexicana.
Diana es una mujer fuerte, de poder, ligada a muchos partidos a lo largo de su carrera política y siendo hija de Alejandra Barrios Richard, también lideresa de comerciantes informales, no se le puede desligar de dichas funciones. Siempre ha ejercido al cobijo de poderes políticos y, al parecer, con el cambio de gobierno, esto ha cambiado radicalmente. Prácticas que podía llevar a cabo con total impunidad en el pasado ahora se le vienen señalando hasta desembocar en su detención esta semana, el congelamiento de sus cuentas bancarias y su privación de la libertad.
Lo anterior se vincula a lo que comúnmente se conoce como el pago al “derecho de piso”. Una cuota que el crimen organizado impone en sus territorios a comerciantes para dejarlos operar y que resulta en una renta obligada por el beneficio de no ser agredidos en sus personas y pertenencias. Una práctica que es generalizada en nuestro país y que es por demás injusta y arbitraria ya que es la autoridad quien debe garantizar el bienestar y la seguridad de quienes ejercen sus labores comerciales y de todos los ciudadanos. Otra omisión del Estado que ha permitido por décadas que estas costumbres y abusos sucedan como cosa del día a día. Si Diana Sánchez Barrios es culpable y partícipe de estos manejos se verá con la investigación y su proceso. Lo que compete a esta columna es el señalamiento de que la diversidad debe impulsar cuadros electorales intachables para no vernos en situaciones como la que ahora vivimos con la detención de Diana Sánchez Barrios.
Lxs miembrxs de la diversidad no somos intachables ni rayamos en la santidad ni lo pretendemos. Estamos bastante asumidxs como personas con defectos y virtudes, pero como un grupo señalado y estigmatizado debemos cuidar que los flancos que pueden ser más una debilidad que una fortaleza se mantengan resguardados, sobre todo en aquellos que nos van a significar representantes en puestos de elección popular y poder.
Sirva esta entrega para llamar a los partidos a tener un acercamiento real con la diversidad y quiénes pueden llevar a término una encomienda como la que es un cargo público y el ejercicio del poder en beneficio de todxs y no cuadros oportunistas considerados por su capacidad electoral sin tener en cuenta los filtros de calidad que pueden resultar en sorpresas como la que se vive ahora con la detención de Diana Sánchez Barrios que se pudo haber previsto con una visión meticulosa de sus vínculos y trayectoria.
