Por Fabiola Díaz de León
Guy Sorman, autor y filósofo franco estadunidense, 18 años menor que Foucault, asegura que durante la estancia en Túnez de Foucault en 1966 y hasta 1968, lo vio, -con el que denuncia teniendo 22 años y el denunciado 40- pagar a niños pequeños por tener sexo con él.
Esto lo viene diciendo una y otra vez llamando a Foucault “hijo de perra” y que su obra no debe de ser “cancelada” sino vista con una doble mirada. Que se reprocha no haber denunciado antes estos hechos, pero curiosamente decide soltar la sopa justo cuando saca un libro el 24 de febrero de 2021.
Es un hecho que en los 60 y en un país africano la acusación que hace equivale al turismo sexual que se viene replicando hasta la fecha desde África, Asia y hasta en Acapulco y Vallarta a la vista de todos sin que las autoridades se tomen la molestia de sancionarlo o criticarlo. Sin que los turistas de la palapa de junto hagan nada.
Denunciar a un muerto y cuestionar su legado, que es de los más citados a 37 años después de haber sido la primera celebridad en Francia por morir de SIDA; esto dio pie al nacimiento de AIDES, la primera organización de los galos para el estudio y defensa de los enfermos de la entonces incipiente y, ahora, contemporánea pandemia, fundada por un amante de Foucault.
En el 77, 7 años antes de la muerte de Foucault, se da la polémica del famoso documento que pedía que se pudiera tener relaciones sexuales con menores de 15 años; un intento por sacar de prisión a 3 hombres encarcelados por pederastia y que ya llevaban 3 años de condena. Foucault lo suscribe junto con Sartre, Beauvoir, Barthes, Aragón… donde hasta un hispano mexicano estuvo inmiscuido. Un pederasta consumado que hacía gala de tener una relación erótico afectiva con su propia hija de 5 años en su cuenta de Twitter y afirmando cómo lo gozaba la niña. Ahora, ya fallecido, intelectual, líder del 68, locutor de Radio UNAM, el infamemente célebre Marcelino Perelló. Sería bueno saber qué piensa su hija hoy en día de eso.
Guy Sorman tira la bomba justo cuando el 24 de febrero de 2021 acaba de publicar un libro que se llama Dictionnaire du Bullshit. Diccionario de Bullshit, Sorman ha sido un entusiasta promotor del sistema económico norteamericano y un furioso detractor del chino. Lo podemos ver en dos de sus libros, Made in USA vs China, el Imperio de las Mentiras. Y no puedo decir más que esta declaración contra Foucault es para jinetearle la taquilla a uno de los pensadores más importantes del siglo XX y más relevantes y útiles para la liberación y la igualdad de la comunidad LGBTQ+ del siglo XXI.
Foucault era totalmente anti capitalista y anti colonialista, pugnaba por la individualidad y el autoconocimiento y el auto cuestionamiento. No tiene que ser un santo impoluto para que un autor menor, tanto en obra como en impacto, pro capitalista y anti izquierda, supuestamente libertario, que definitivamente no pertenece a las disidencias ni sexuales ni de género, con un pensamiento que pugna por ser totalitario y con visos fascistas de ultra derecha use un hecho que sólo sostiene él porque lo “vio” y lo “calló” durante 55 o, mínimo, 53 años; que le sirva de alfombra roja para promoverse, ganar fama en medios y redes, promover su recién salido libro. Bueno o malo: 400 páginas de su interpretación de la información basura y la opinión falsa que tenemos todos los usuarios internautas, menos él. Y, perdonen, pero no hay nadie mas totalitario y fascista que aquél que piensa que detenta la única verdad absoluta. Y con leer la información de su última creación literaria en amazon queda más que claro.
Los medios dan detalles de declaraciones de Sorman donde afirma que Foucault citaba a niños menores de 10 años a las 10 de la noche en un cementerio para tener sexo con ellos pagándoles. Que los niños lo veían y le pedían que los escogiera y él les decía el día de siempre y a la hora de siempre en el lugar de siempre. Estos detalles piden que esos niños se hagan presentes y hablen en primera persona ahora que son adultos y se presenten pruebas que sustenten lo dicho por Sorman, sin eso la pederastia del aclamado filósofo es cuando mucho una presunta pedofilia y pederastia. Esther Díaz que es una estudiosa de la obra de Foucault afirma que no hay ninguna alabanza a la pedofilia en ella. Sin contar con pruebas y una investigación dar por sentado la veracidad de la palabra de Guy Sorman me suena a lo sucedido en una quema de brujas. Si dice que él lo vio de entrada ¿qué estaba haciendo él ahí? ¿dónde dejamos su silencio cómplice de 53 o más años?
Yo no defendería a nadie que abuse de un niño y su inocencia para lograr su satisfacción sexual. El movimiento MAP (Minor Attracted Person) que retoma de la lucha por los derechos de la diversidad muchos conceptos y analogías como “salir del clóset” o esgrimir que la pedofilia y la pederastia es su preferencia u orientación sexual para eliminar las trabas legales de tener sexo con menores de edad sea cual sea la edad de consentimiento me parece aberrante y algo que en primer plano la comunidad LGBTQ+ no puede permitir ni ningún otro sector de las poblaciones en el mundo. Pero también puedo defender la presunción de inocencia de Foucault ante las afirmaciones de Sorman.
Hay que ver el legado, el creador puede ser terrible o magnífico en su ámbito privado, pero ese se va con él cuando muere. Los medios crucificando a Foucault precisamente en la Pascua Judía y la Semana Santa con encabezados donde se exhibe a un muerto a décadas de su deceso. Para crucificar a alguien existen dos requisitos: que lo dicte un poder absoluto que detente su vida entre sus manos y que esté vivo. La obra y el pensamiento de Foucault no va a dejar de ser lectura obligada hoy y durante el tiempo que siga el estudio, la filosofía, la diversidad, la inteligencia y el sueño de individuación y libertad del ser humano.
Hay que ver el momento histórico del creador intelectual o artístico, si juzgamos con los parámetros de hoy a los que pueblan museos y bibliotecas, nos quedamos sin la mayoría,y eso desde Egipto donde el incesto era obligado. Sin la Biblia donde un patriarca bajo los efectos del alcohol tiene sexo con sus dos hijas, por mencionar un ejemplo entre miles. Los Evangelios, cuando en un ataque de ira Jesús maldice una higuera sin frutos y seca un árbol porque tenía hambre y, encima, no era vegano. Por si fuera poco, mandó a la friendzone a la Magdalena que le pagaba todos sus viáticos y caprichos, por humildes que fueran, a él y a sus apóstoles, su madre y las esposas e hijos; no veríamos cuadros de Gauguin, no tendríamos a Picasso… Si por la derecha fuera no tendríamos ni a Lady Gaga y, mucho menos, a Madonna. Las poblaciones de la diversidad no tendríamos derechos y seríamos criminalizadas o patologizadas, yugos de los que nos hemos librado gracias a años de lucha de activistas que se han dado desde hace 52 años activamente en algunos países. Cuestionar la obra de Foucault -que es lo que nos queda desde que murió- porque un fulano dice que vio y calló. Casi incitar a que se haga una quema de sus libros, como si fuera el arte degenerado de los judíos y los comunistas en el nazismo.
#YoNiLeCreoNiMeImportaQueDigaQueEsCiertoSiNoPresentaPruebas
Hacerle un boicot a los herederos de Foucault, que son los que gozan de sus millonarias regalías. Que no estuvieron en Túnez ni tuvieron que ver con lo que Sorman alega.
Si puede que lo pruebe, y si no puede, que se arriesgue a las demandas de los afectados por sus afirmaciones, de haberlos, porque para mi Sorman al pensamiento y legado de Foucault le hace lo que el viento a Juárez y sólo abona a una ola de la derecha en su frenético ataque a la izquierda y a los movimientos disidentes de la heteronormatividad y a la transfobia. Ahora se dirá que la diversidad es en su generalidad pederasta y pedófila porque lee a Foucault.
Sorman y los medios que lo replican a ciegas sin cuestionar que es sólo su palabra contra la de un fallecido que no puede dar réplica y, de lo que no tiene una sola prueba, pueden resultar peligrosos para abonar el camino de crímenes de odio. No se diga a la estupidez de las masas.
Si quieren ser y entenderse, lean a Foucault.
