Por Jessica Marjane
Las declaraciones de Sabina Berman, me recordaron los eventos traumáticos en urgencias, cuando el médico preguntó: ¿fecha de última menstruación? Le dije: no menstruo. ¿Por qué? Soy Trans. A partir de ahí hubo un trato degradante, cruel, dejaron de lado toda urgencia médica
Para insistir en preguntar si estaba operada. Qué genitales tenía. Deje de ser humana para convertirme en el tema y debate del pasillo, lejos de mi familia, a quienes les daban noticias de mí en “masculino. “Lo vamos a internar”,”La vamos”, decía mi tía y resaltando mi identidad.
Sólo quería salir de ese hospital. Todos se acercaban con un “ya nos dijeron de tu caso”.¿cuál caso? Soy una persona que tiene hernias e infección estomacal. Jamás olvidaré, la Dra que fue exclusivamente a ver mis genitales y fingió revisar mi estómago. Algo tan lascivo.
Si, la prevalencia de que el sexo es fundamental, ¿para quiénes y en dónde?, ¿qué costo tiene para las vidas fuera de lo socialmente esperado? ¿Sólo eso? Discursos como los de esta semana, solo refuerzan los márgenes de exclusión, colaboran y dan permiso a que seamos un debate
A la deshumanización de nuestras identidades. A que el sexo sea el punto de partida para la mirada y no la complejidad de habitarnos en este mundo. Sí, es relevante pero esa relevancia tiene márgenes, tiene voz, tiene historia, tiene cuerpo, tiene subjetividad y singularidad.
Esto, ante la mirada de un evento de discriminación evidente, pasa desapercibido ante la mirada cisexista, racista y con de consciencia de clase. Claro, que lo ligó ante un discurso que parte de lo mismo: el sexo como punto de partida, la arrogancia y soberbia de no escuchar.
Se te ha quedado corto el argumento, Sabina. ¿Callarte? Por favor, una mujer blanca con 143 mil seguidores, voz en medios de comunicación, comida en su refrigerador y servidumbre. Algún día si callas ojalá sea p/ escuchar a madres buscando a sus hijxs, a trabajadoras sexuales…
¿Ya leíste de colonialidad?¿de las amas blancas? dispuestas a usar su “pedazo de poder” para oprimir a otras, cómplices de la genealogía racista. ¿Quién te asiste Sabina mientras escribes tus obras? ¿Quién limpia el inodoro? ¿Quién te despacha la gasolina?
Como dice Dhalia de la Cerda, Cuando a una mujer blanca, cis, de elite, no le queda de “que sentirse oprimida” utiliza el único recurso que le queda: su sexo. Sin mirar las complejidades y a costa de las demás experiencias. Con las trans y les trans, te equivocaste Sabina Berman.
Fuente: Twitter
