Un mal chiste, la puerta a la discriminación y los discursos de odio

Por Fabiola Díaz de León (@escdesenoritas)

Lo ocurrido en el Centro de Estudios Superiores de San Ángel @CESSAMX con la docente Irene García, quien ya fue cesada en esa institución por hacer un chiste antisemita en una clase virtual, es una de las violencias que atraviesan la realidad de muchos grupos que hemos sido discriminados, patologizados, criminalizados y aniquilados por miles de años. 

Para la diversidad es particularmente importante lo sucedido porque lo vivimos cotidianamente tanto en el ámbito familiar como en localidades de origen orillando a personas diversas a tener que migrar antes de llegar a atentar contra su propia vida o esperar que un grupo homofóbico o transodiante, entre muchos otros, nos maten. 

Burlarse del holocausto nos es sensible en especial ya que muchas de sus víctimas fueron hombres homosexuales. Es célebre el triángulo rosa invertido que se les hacía portar en los campos de concentración y exterminio, de la misma forma que a los judíos se les señalaba con una estrella de david color amarillo en su ropa. Lo mismo pasó con ciudadanos de territorios ocupados como los polacos, húngaros, holandeses y hasta españoles. Cualquier persona que se considerara opuesta a los valores de los nazis podían correr con la misma suerte. 

El chiste desafortunado de Irene García va mucho más allá  del pueblo judío, va hacia reírse de un genocidio millonario que no tiene ni un siglo de haberse llevado a cabo y que aún así se sigue replicando en ideologías de supremacía blanca, odio hacia grupos vulnerables, racismo, clasismo y aporofobia que dan como resultado un delito calificado en la actualidad que es la discriminación. 

No voy a repetir la supuesta broma de la maestra, les comparto el enlace para que, si es de su interés, puedan ver la nota original y el video del momento de la clase donde se llevó a cabo. Nota y video El humor es un tema muy complejo para analizar. Claro que todxs lo usamos en el día a día y que eso va escalando hasta los profesionales de la comedia en todos sus ámbitos. Muchxs de esxs profesionales se quejan de que en la actualidad ya no se puede hacer un chiste de nada sin que se les ataque con adjetivos ya mencionados en esta columna. Se dice repetidamente que no hay humor sin víctima. La vuelta de tuerca y el reto que nos ocupa para hacer humor a estas alturas del siglo XXI es hacer del victimario la víctima. De esa forma se puede hacer humor con responsabilidad social que abone a lograr cambios reales en el tejido social y el discurso colectivo. Que nos podamos reír del escarnio de un pederasta consumado y no de su afición sexual por excitarse con menores de edad. Que nos podamos reír de un corrupto que es señalado por el daño colectivo que su acto genera y no porque haya sido lo suficientemente poderoso y criminal por haberse robado millones destinados a grupos en situación de pobreza. Los ejemplos son infinitos. 

Las artes y la comunicación de una sociedad son un reflejo claro de su tejido social. Sabemos que en México tenemos un tejido social carcomido por décadas de desigualdad y violencia de todo tipo. No necesitamos que en las aulas, las que sean, se reafirme esta decadencia. Todo lo contrario. Es importante que todos los grupos sociales que venimos siendo blanco de ellas, mostremos un frente común ante situaciones como la que se dio en un aula virtual en San Ángel. 

Tenemos las instituciones y los marcos legales para luchar por una igualdad y una vida libre de discriminación, como sociedad tenemos la obligación de hacerle eco al CONAPRED para que pueda cumplir su objetivo: la prevención de la discriminación en nuestro país. 

Post Author: anodis