Por Antonio Medina @antoniomedina41
La desigualdad en el ejercicio de derechos de las poblaciones LGBTTTI de Chile hoy experimenta un cisma con la aprobación del matrimonio igualitario por parte del Congreso de ese país.
La histórica decisión de la Cámara de Diputados y del Senado de respaldar una de las principales demandas del colectivo de la diversidad sexual, coloca a Chile en una destacada lista de naciones ocupadas en dignificar, a través de leyes y políticas públicas, a las ciudadanías LGBTTTI.
Además, lanza un poderoso mensaje de inclusión y respeto para los países del resto del continente y del mundo que aún no reconocen esta figura. Esta vertiginosa progresividad de derechos también es ejemplo para varias sociedades de América Latina, que a diferencia de la chilena, no han vivido dictaduras militares obstaculizadoras siempre de los derechos y las libertades.
Los cambios legislativos aprobados representan una nueva etapa en la vida democrática para las poblaciones LGBTTTI de esta nación sudamericana, que apenas hace 30 años salió de la dictadura de Augusto Pinochet caracterizada por la represión, la persecución, los crímenes y las violaciones a los derechos humanos.
El logro chileno alcanzado en tan sólo cuatro años, muestra específicamente a México que inició este debate en 2009, que cuando en el análisis político predomina la justicia uy no los prejuicios, los procesos de construcción democrática se aceleran y consolidan.
En contraste con lo acontecido en Sudamérica, en España el escenario es distinto. Ahí, la extrema derecha de Vox impulsa la derogación de leyes que garantizan derechos a las personas LGBTTTI. Saludamos la decisión tomada en Chile y nos solidarizamos con la lucha LGBTTTI de España. ¡Ni un paso atrás en los derechos y libertades!