Por René Galicia
La pandemia de la COVID-19 causó daños profundos en el mundo. No todas las personas pudieron resguardarse y, de las que sí lo lograron, existe un grupo que es discriminado en casa: la población LGBT+.
Además, dentro de la misma comunidad de la diversidad sexual, las que más sufrieron alguna violencia en casa fueron las personas trans, al menos así lo revelan los resultados de la encuesta Impacto Diferenciado de la COVID-19 en la comunidad LGBT+ en México.
Este estudio organizado por Yaaj, un colectivo dedicado a promover los derechos humanos de esa comunidad en el país, y el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación en la Ciudad de México (Copred) demuestra que el estigma social y las fobias no están en confinamiento y que la crisis sanitaria actual agudiza todavía más la situación de desventaja a la que algunas persona se enfrentan.
Peligro hasta en los hogares
Las medidas de aislamiento obligan a las familias a convivir más de lo normal. De acuerdo con el estudio mencionado, eso puede ser potencialmente problemático para personas de la comunidad LGBT+ que no han salido del clóset.
El estudio muestra que el 30% de las personas encuestadas revelaron su orientación sexual o identidad de género a sus padres. Las reacciones están divididas: el 60% reportaron que sus familiares tuvieron una reacción positiva y el 40% dijo que la respuesta fue de rechazo. Pero las reacciones negativas para las mujeres trans fueron aún mayores, las rechazaron en el 64% de los casos.
Un trabajo de Conapred publicado en 2018, la Encuesta sobre Discriminación por motivos de Orientación Sexual e Identidad de Género (ENDOSIG), ya señalaba que había un rechazo de los padres en el 69% y en el 63% por parte de las madres a la hora de que sus hijos les revelaban su orientación sexual o identidad de género.
Las medidas de distanciamiento para evitar los contagios de COVID-19 hacen que posibles condiciones de violencia se agraven, pues ponen a las personas de la comunidad LGBT+ en convivencia con personas que las pueden discriminar.
La encuesta de Copred y Yaaj también reveló que casi el 50% de quienes respondieron sufrieron discriminación en casa. Casi el 20% dejó su hogar y, de ese número de personas, el 5% dijo que fue por el simple hecho de tener problemas relacionados con su orientación sexual o identidad de género.
Pese a que ante el gobierno las personas LGBT+ son consideradas como un grupo de atención prioritaria, menos del 10% de la muestra de la encuesta reportó contar con asistencia de un programa del gobierno.
La pandemia coloca a las personas de la comunidad en una situación de desventaja, porque, según este informe de la ONU al respecto, tienen una sobrerrepresentación en grupos de personas pobres, sin hogar y sin atención médica.
Las más afectadas son las personas trans
La ENDOSIG muestra que dentro de la comunidad LGBT, los hombres y las mujeres trans son de las que más perciben discriminación.
La situación de las personas trans puede ser especialmente precaria comparado con el resto de la personas de la comunidad. Al respecto, hablamos con Luisa Martínez, beneficiaria del programa de atención de la casa hogar Paola Buenrostro, una iniciativa que apoya a mujeres trans víctimas de violencia.
Nos contó que, en realidad, reciben a todas las personas que lo necesiten, no solo a mujeres trans. Sin embargo, también nos dijo que suelen llegar personas en situación de calle y que se dedican al trabajo sexual.
De hecho, según el reporte de Copred, Efectos diferenciados por COVID-19, cerca de la mitad de las personas que se dedican al trabajo sexual son mujeres trans y el confinamiento por la pandemia tuvo impactos graves en la vida de estas personas.
Dicha labor requiere el contacto con el cliente y, además, lo realizan en hoteles. Por las medidas de sana distancia, estos lugares cerraron. Luisa Martínez nos compartió que “varias de las chicas pagaban su cuarto todas las noches, pero por la pandemia se vieron obligadas a vivir en la calle”.
“Siempre tuvimos las puertas para ellas. Llegaban muchas y, aunque la pandemia representa un riesgo por el contagio, siempre las recibimos porque el riesgo para ellas es dormir en las calles,” nos dijo Luisa.
También nos compartió otros dos retos a los cuales se enfrentan las personas trans. Por un lado, la discriminación seguía presente incluso en una emergencia sanitaria.
“Llevé a una compañera al hospital porque tenía tuberculosis. El policía de la entrada se mofaba de nosotras y nos hacía gestos. Casi que ni nos quería dejar entrar. Encima de la pandemia y el riesgo que implica salir de la casa, tenemos que seguir enfrentando estos tratos,” nos dijo Luisa.
También sufrieron la pausa de las actividades del gobierno. “Por la pandemia todo se detuvo,” explica Luisa. “No hay muchas oficinas abiertas y muchas chicas llegan sin haber hecho el trámite de cambio de identidad. En la casa les ayudamos a hacer esto, pero el proceso se ha hecho muy lento”.
Es necesario más apoyo
La pandemia por el nuevo coronavirus ha impactado en la comunidad LGBT+, a algunas personas más que a otras. Ha tenido efectos en el trato que reciben en casa, en lo laboral, en el acceso a la salud e incluso en su derecho a tener una identidad reconocida por el gobierno.
Ante este problema, el informe de la Encuesta de Copred y Yaaj propone situar como un eje principal de las políticas públicas la salud mental de esta población. Es decir, considerarla como parte de lo que deben atender los servicios de acompañamiento del gobierno.
Para ello, también es importante fortalecer los programas y subsidios para refugios LGBT+, como la casa hogar Paola Buenrostro.
La pandemia, de entrada, representa un reto de salud y emocional para todas las personas, ser LGBT+ no debería ser un componente que dificulte esta situación.
Fuente: cuestione.com