Por Omar Ramos
Alejandro Fernández subió fotos de un reciente viaje a Venecia. Las fotos son hermosas y el se ve hermoso. En redes hubo problemas ¿Cuáles? La homofobia, la homofobia interiorizada y el machismo. A Alejandro, como siempre, no lo bajaron de p*to.
¿Por qué? Por su camisa de flores, por su pelo largo, por sus lentes, por su pose: por el perfil, por la caída delicada de las manos, por supuesto por los aretes. Porque en este país para decirle p*to a un hombre, pretextos sobran. Cabría preguntarnos ¿Por qué nos molesta tanto?
Y digo nos molesta porque soy el primero en reconocer que yo lo he dicho y con esas palabras. Que parece que tengo la agenda que afirma las interacciones sexoafectivas de Fernández y me he reído con amigos del tema. Y nadie nunca ha protestado. Es una actividad que se disfruta.
Este tweet al parecer lo escribió una mujer en twitter (eso no lo sabemos) pero basta con ver los comentarios para comprobar que tanto mujeres como hombres disfrutan de juzgar la expresión de género de Fernandez ¿Por qué les molesta? ¿En qué les afecta?
Lo que ocurre con Alejandro es el ejemplo perfecto que el patriarcado nos afecta a todos por igual, hombres y mujeres. Nos afecta porque Alejandro DEBERÍA de lucir de cierta forma y comportarse de cierta forma. Al no hacerlo, no solo se pone en ridículo él, sino todos los hombres a los que representa.
Hombres que asisten a cantinas tradicionales o más actuales para cantar sus canciones. A esos hombres no los puede dejar en mal, a las mujeres que lo desean, tampoco. No puede dejar mal a su señor padre, Don Vicente Fernández y su legado.
¿Esto, hombres que rompen las normas de expresiones de género, les suena parecido? ¿No es lo que nos ocurre desde la infancia? ¿Desde la familia? En pleno 2022 seguimos replicando esos modelos y ahora ya no es solo en nuestras escuelas y hogares, sino en la inmensidad de la red.
Esto a Alejandro seguro le vale 10 metros de madre y seguirá haciendo con su carrera lo que le de la gana. Pero qué mensaje reciben los niños que lo admiran, los hombres que lo admiran. Que solo pueden ser un tipo de hombre, el que dicen las normas de género. Y eso es enfermizo.
Alejandro no es el único. Lo mismo pasa desde hace muchos años con Carlos Rivera, y lo acepto, también he hecho todo tipo de afirmaciones sobre su orientación sexoafectiva. Incluso un tuitero gay famoso se ha encargado de agredir constantemente a Carlos sobre el tema y nosotros nos hemos reído.
Nosotros los hombres gays, quienes deberíamos de estar más capacitados para abrazar las expresiones de género de otros hombres, somos los más incisivos en el tema y eso solo tiene un nombre: homofobia interiorizada.
Carlos Rivera recientemente se casó con una mujer, y aquello no ha dejado de ser tema de conversación. Dos adultos deciden casarse, dos personas que son cada una responsables de sus decisiones. Todo lo que ocurra entre ellos es tema que no nos importa.
Justo como la orientación sexoafectiva de Carlos o de Alejandro. La expresión de género de los hombres famosos es un tema que recientemente causa conflicto por la apertura de la sociedad a las nuevas masculinidades o masculinidades de otras regiones del mundo, como en Corea del Sur que ha conquistado al mundo con su música pop.
De este lado del mundo no comprendemos la expresión de genero de esos hombres, se nos hace afeminada, atenta contra nuestras costumbres de “feo, fuerte y formal”. Seguro algo tienen de malo, no es natural, no está bien.
Al igual que ocurre con la orientación sexoafectiva, cuando algo se sale de la norma está mal, lo mismo pasa con la expresión de genero: cuando sale del binarismo masculino – femenino, está mal. Lo bueno de todo esto es que a esta gente, tremendamente exitosa, les vale madres.
Y van a seguir expresándose de la forma que les de la gana y quienes quedaremos como unos verdaderos imbéciles si seguimos juzgándolos, somos nosotres. Expresemonos como nos de la gana y dejemos que los demás se expresen como se les de la gana. Ahí esta la clave de la plenitud.
Y en el próximo hilo hablaré de los referentes más importantes para hablar de temas de expresión de género: Juan Gabriel, Pablo Ruíz y Locomía.
Fuente: Twitter