Fue una deliciosa reunión. El aroma de incienso y el copal recibían desde —literal— una cuadra antes de la casa de Xabier Lizárraga Cruchaga, en la colonia Anzures.Esa noche se le iba a imponer la medalla y otorgar el diploma y la escultura que le hace formar parte de la Fundación Orden Caballero Águila, en grado Huitzilopochtli.
El motivo de ese nombramiento es, entre otras cosas, por su trabajo incansable en las áreas de antropología, cultura o sexualidad y por su entrega en la defensa de los Derechos Humanos de las personas LGBT desde hace mucho, mucho tiempo, antes incluso de que el acrónimo fuera tan largo.
El investigador y académico, el activista, el dramaturgo y el poeta. El formador de generaciones, el amigo, el solidario, el memorioso, el valiente fuerte y resistente Xabier.
Esa noche recibió a sus más cercanos. Citarles me pone en un conflicto pues temo olvidar algún nombre. Que las fotos hablen por sí solas.
El caracol sonó como sonaba hace 500 años en el Templo Mayor de Tenochtitlán, cuando sus soplidos daban gracias a los cuatro vientos, cuando se anunciaban triunfos, se llamaba a la batalla o se adoraba a los dioses, cuando se le rendía homenaje a los caídos y a los guerreros valientes que regresaban de la batalla, ungidos con la sangre de sus enemigos. El caracol sonó en la casa de la Anzures, de la Miguel Hidalgo, en la Ciudad de México, sede cubil, refugio, estudio de Xabier.
Ernesto Resendiz Oikión leyó un texto de Alonso Hernández. Un sentido texto que escribió el historiador que más ha seguido a Xabier durante estos años y a quién más ha guiado y protegido el propio Xabier.
El texto “¿Quién teme a Xabier Lizarraga?” de Alonso Hernández Victoria merece otra entrada y aquí puede leerse.
Como licencia personal, diré que la emoción me invadió y estoy seguro que a las y los que asistimos esa noche también. Observamos a Xabier entero, lúcido. ¿Decaído por la enfermedad que le aqueja? Sí, es un humano más. ¿Con ganas de seguir trabajando, hablando, desarrollando, escribiendo los temas que le han apasionado durante toda su vida? Sí, él así lo dijo y sabemos que, si las condiciones lo permiten, así será.
La enfermedad y la vejez nos van a llegar a todos. Como las ha enfrentado, afrontado, manejado y vivido Xabier Lizárraga Cruchaga,en compañía de su familia biológica y su familia extensa, es ejemplo de resiliencia y solidaridad.
Todos le dijimos gracias.Todos le aplaudimos. Todos brindamos y él con nosotros. Le escuchamos su mensaje que a más de uno conmovió.
¡Te queremos mucho, Xabier!, ¡Te admiramos más! Y sabemos que hay mucha gente allá afuera a la que le has iluminado y servido con tu trabajo que te quiere, te admira y respeta.
Cuanta gente fue a donar sangre tras el llamado de auxilio de tu sobrina y del del INAH, institución en la cual has trabajado durante décadas como investigador, es claro ejemplo de ello. Los homenajes en vida, los reconocimientos, los post en Facebook, los deseos de pronta recuperación hablan de que ¡lo has hecho muy bien!
Los homenajes en vida, los reconocimientos, los post en Facebook, los deseos de pronta recuperación hablan de que ¡lo has hecho muy bien!
@GabrielGtzG
