La discriminación y la homofobia se hicieron presentes en el Estadio Akron durante el partido entre Chivas y Puebla. El grito prohibido retumbó múltiples ocasiones en el inmueble y nunca apareció el protocolo de la Liga Mx.
Durante los minutos finales del encuentro y con la frustración de los aficionados del Guadalajara por la derrota y las polémicas decisiones arbitrales, los asistentes comenzaron a gritar “puto” en cada ocasión que el guardameta Antony Silva realizaba un despeje.
Fueron tres ocasiones en las que el público entonó el polémico grito contra el portero del Puebla; sin embargo, el cuerpo arbitral hizo caso omiso y no sancionó la conducta antideportiva de los aficionados rojiblancos. Inclusive, el sonido local tampoco cumplió con su parte y pidió que los asistentes se comportaran con respeto.
Estas entonaciones quedaron olvidadas en cuanto concluyó el partido, ya que se dieron a la tarea de exigir la destitución de Marcelo Michel Leaño debido a la seguidilla de tres partidos en fila con derrota, rezagándose en la tabla general.