Jóvenes LGBT+ se enfrentan a diversos obstáculos para lograr sobresalir en el deporte, desde discriminación hasta el poco apoyo gubernamental y las oficinas de Enlace para la Diversidad Sexual, creadas para velar por ellos, no operan correctamente.
En la CDMX, unas 700 personas de la diversidad sexual practican futbol, basquetbol, volibol, natación, entre otras, pero son excluidos de grupos heterosexuales o les es difícil acceder a algún deportivo, señala la Asociación Nacional de Deporte LGBT+ (Anade LGBT).
“Esas oficinas han limitado el trabajo de las organizaciones civiles, porque como supuestamente ellos tendrían que atender los problemas, ya no nos hace caso el Gobierno. Nos mandan con ellos, pero ha pasado año y medio y el deporte sigue estando igual”, explicó Iván Lara, presidente de Anade LGBT.
El activista también indicó que no existen políticas públicas para apoyar a los deportistas LGBT, a pesar de que en 2018, la Anade llevó a 97 atletas, con sus propios recursos, a los Gay Games París, donde ganaron medallas de plata.
El camino para los niños transgénero tampoco es fácil, pues para ser deportistas de alto rendimiento y participar en las categorías acordes a su identidad de género, sus documentación deben cambiar, lo cual aún no es permitido en la CDMX.
“El hecho de reconocer a la infancia trans en la actualidad les da una oportunidad de desarrollo increíble hacia la sociedad. Van a poder hacer deporte en el lugar donde le corresponde y, cuando llegue el momento, nadie les va a preguntar si nacieron hombre o mujer, porque ya van a estar inmersos en la sociedad como ellos quieren ser identificados”, dijo Iván Lara.
La seguridad es otro problema al que se enfrentar las personas LGBT, especialmente las mujeres trans que realizan deporte social, como correr en espacios públicos o jugar en un deportivo, ya que son violentadas, acosadas y discriminadas.