En junio de 2025, durante el cierre del Mes del Orgullo, México vivió una ola de violencia contra personas LGBTQ+ que conmocionó a la sociedad y encendió las alarmas sobre los llamados crímenes de odio. En distintas regiones del país se registraron asesinatos de integrantes de la comunidad, incluyendo activistas y funcionaries, lo que provocó indignación en colectivos, pronunciamientos de autoridades y demandas de justicia.
A continuación se presentan cinco casos emblemáticos ocurridos en 2025 –Alexis en Veracruz; Jesús Laiza e Isaí López en Hidalgo/Estado de México; Felipe Flores en Guanajuato; y Misael Valdez en Nuevo León– detallando quiénes eran las víctimas, cómo ocurrieron los crímenes, las reacciones que generaron y el estado de las investigaciones.
En un apartado posterior, se ofrece un panorama estadístico actualizado de la violencia contra personas LGBTQ+ en México, con cifras recientes de homicidios por prejuicio, entidades con mayor incidencia, comparativas históricas, tipos de crímenes más comunes y datos desagregados por identidad de género y orientación sexual, sustentados en fuentes confiables. El formato es de reportaje investigativo, con testimonios y datos duros para dimensionar la gravedad de estos hechos.
Alexis Velázquez – Mujer trans asesinada en Veracruz
¿Quién era? Alexis Velázquez Delgado, de 21 años, era una mujer trans originaria de Emiliano Zapata, Veracruz. Se desempeñaba como modelo y era conocida entre la comunidad LGBTQ+ local. Según sus allegados, Alexis requería tratamiento médico especializado y enfrentaba algunos problemas de salud, pero llevaba una vida activa y trabajaba para salir adelante. Su desaparición el 28 de junio de 2025 activó la movilización de familiares, amistades y colectivos: se emitió una ficha de búsqueda donde se indicaba su estatura (1.62 m), sus tatuajes y su identidad trans, y voluntarios distribuyeron folletos y difundieron el caso en redes sociales.
¿Cómo ocurrieron los hechos? Tras varios días desaparecida, Alexis fue encontrada sin vida la noche del 2 de julio cerca de su domicilio, en las inmediaciones de la colonia Santa Lucía de Emiliano Zapata. Su cuerpo yacía a un costado de la carretera Las Trancas–Coatepec. Al momento del hallazgo, las autoridades no brindaron información sobre la causa de muerte ni posibles responsables, lo que generó frustración e incertidumbre entre sus seres queridos. Al conocer la noticia, amigos y familiares bloquearon esa misma vía en protesta, exigiendo una investigación diligente y que la muerte de Alexis no quedara impune.
Reacciones y demandas de justicia: La respuesta de la comunidad fue inmediata. El colectivo local Soy Humano A.C. de Veracruz condenó enérgicamente el asesinato y emitió un comunicado subrayando que con Alexis ya sumaban seis mujeres trans asesinadas en Veracruz en lo que va de 2025, dato que evidencia la violencia sistemática en la entidad. “No hay verdadera paz sin justicia. Hoy, todos lloramos por nuestra hermana: Alexis”, expresó esta organización, reclamando a la Fiscalía estatal una investigación pronta, imparcial y con respeto a la identidad de género de la víctima. Otros colectivos como Orgullo Xalapa, Red Diversa Veracruz y la Alianza Nacional de Marchas LGBT+ también repudiaron el crimen y exigieron castigo a los culpables. “Este caso no puede ni debe sumarse a la larga lista de expedientes que duermen en el abandono institucional de la Fiscalía de Veracruz”, advirtieron activistas durante las manifestaciones, señalando el alarmante grado de violencia contra personas trans en el estado.
Avance de la investigación: En un giro significativo, apenas dos días después del hallazgo, la Fiscalía General de Veracruz detuvo a tres personas presuntamente involucradas en el asesinato de Alexis. Se trata de dos hombres y una mujer, identificados como Daniel “N”, Pedro Alejandro “N” y Cristina “N”, contra quienes se cumplimentaron órdenes de aprehensión. Según las autoridades, el móvil del crimen habría sido un reclamo por un robo atribuido a Alexis, hipótesis basada en las indagatorias iniciales. Sin embargo, colectivos LGBT+ pusieron en duda esta versión y exigieron a la Fiscalía que no descarte un posible crimen de odio, es decir, motivado por prejuicio hacia la identidad trans de la joven. Al cierre de esta edición, los detenidos permanecen bajo custodia y se espera que enfrenten cargos por desaparición y homicidio doloso. La comunidad mantiene la exigencia de justicia para Alexis y vigila de cerca el proceso para evitar que el caso quede impune o se minimice su condición de transfeminicidio.
Jesús Laiza González e Isaí López Rodríguez – Activistas LGBT+ asesinados en Hidalgo/Edomex
¿Quiénes eran? Jesús Laiza (35 años) e Isaí López (aprox. 30 años) eran una pareja abiertamente gay de Tizayuca, Hidalgo, reconocidos por su activismo en defensa de los derechos LGBT+. Jesús Laiza González se desempeñaba como secretario de Diversidad en el partido local Espacio Hidalgo y previamente había colaborado con el Partido del Trabajo (PT), impulsando iniciativas por la igualdad. Isaí López Rodríguez, su pareja desde hacía cinco años, también era defensor de derechos humanos y trabajaba junto a Jesús en proyectos comunitarios. Ambos habían sido pioneros en la organización de marchas del orgullo en Tizayuca y eran conocidos por construir redes de apoyo en la región. Amigos cercanos relatan que recientemente Jesús había expresado preocupación por su seguridad, pues había recibido amenazas vinculadas aparentemente a sus actividades políticas y de defensa LGBT+ en su localidad.
¿Cómo ocurrieron los hechos? El domingo 29 de junio de 2025, tras haber asistido juntos a la Marcha del Orgullo LGBT+ en la Ciudad de México, Jesús e Isaí emprendieron el regreso por carretera hacia Hidalgo. Viajaban en un automóvil Renault Kwid color plata. Alrededor de las 11 de la noche hicieron una parada en La Cabaña, un bar de Tizayuca, para celebrar anticipadamente el cumpleaños de Jesús junto a amigos. Partieron de allí entrada la madrugada. Horas más tarde, sus cuerpos fueron encontrados baleados dentro del vehículo, abandonado en la carretera a El Carmen, en los límites entre Hueypoxtla (Estado de México) y Tizayuca (Hidalgo). De acuerdo con los primeros reportes policiales, sujetos armados los persiguieron en otro auto y abrieron fuego sin mediar palabra, ejecutando a la pareja dentro del coche. El sitio preciso del ataque (a unos 200 metros de la frontera estatal) provocó que la investigación quedara inicialmente en manos de la Fiscalía mexiquense. No hubo sobrevivientes ni testigos presenciales conocidos. Hasta el momento, las autoridades no han identificado a los responsables ni esclarecido el motivo del doble homicidio.
Posibles vínculos y contexto: Este crimen tuvo características inusuales que abrieron varias líneas de investigación. En primer lugar, se descubrió que el automóvil en que fueron hallados pertenecía al dueño del bar La Cabaña, quien también fue brutalmente asesinado ese fin de semana: sus restos desmembrados aparecieron dispersos en tres municipios del Estado de México. La Fiscalía estatal investiga si existe relación entre ambos hechos o si fue una trágica coincidencia, aunque públicamente señaló que los indicios no apuntan inicialmente a un crimen de odio. Sin embargo, el entorno cercano a Jesús e Isaí sostiene que las víctimas habían sufrido amenazas desde tiempo atrás –posiblemente debido a su activismo LGBTI+ o a su participación política local–, lo que para ellos refuerza la hipótesis de un ataque motivado por intolerancia. De hecho, durante la Marcha en la CDMX, Jesús comentó a colegas activistas que temía por su seguridad en Tizayuca y pidió ayuda para visibilizar esas amenazas. Esta preocupación quedó truncada por su asesinato apenas horas después.
Reacciones de familiares, autoridades y colectivos: La noticia de este doble asesinato causó consternación en Hidalgo y a nivel nacional. Esperanza Flores Rojo, presidenta del partido Espacio Hidalgo, confirmó públicamente la pérdida de Jesús –a quien describió como “soñador de un estado más justo, libre y diverso”– junto con su compañero de vida Isaí, expresando dolor y desconcierto: “No alcanzo a comprender cómo alguien puede arrebatar la vida así, sin piedad, a dos personas que sólo sabían amar, reír, construir comunidad. Me duele profundamente”. Flores envió condolencias a las familias y aseguró que el legado de ambos activistas “nos convoca a no rendirnos”, exigiendo justicia desde el amor que ellos sembraron. Colectivos de Hidalgo como Seiinac (Servicios de Inclusión Integral y DDHH) y Renacer Tepeapulco, así como la dirigencia estatal del PT, emitieron pronunciamientos de repudio por el crimen y demandaron a la Fiscalía del Estado de México una investigación pronta, con perspectiva de derechos humanos y sin revictimización. La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM) también condenó enérgicamente el doble asesinato y llamó a esclarecer el caso garantizando un proceso imparcial. Organizaciones nacionales subrayaron que este ataque refleja la violencia creciente contra defensores LGBT+ en el país, pues Jesús e Isaí eran activistas visibles en su comunidad. En redes sociales se multiplicó la consigna #JusticiaParaJesúsEIsaí, mientras activistas locales realizaron vigilias y exigieron que se investigue como crimen de odio dada la labor que desempeñaban las víctimas.
Estado de la investigación: Al cierre de este reportaje, no se han anunciado detenciones relacionadas con los autores materiales o intelectuales del homicidio de Jesús e Isaí. La Fiscalía mexiquense ha señalado como posible línea el vínculo con el asesinato del propietario del bar (presuntamente por extorsión del crimen organizado). De hecho, tres sospechosos fueron detenidos por ese caso (localizados armados y conduciendo el vehículo donde trasladaron los restos del dueño). No obstante, la conexión con el ataque a los activistas sigue sin esclarecerse más allá de que estuvieron en el mismo sitio la noche previa. Las autoridades han manejado el caso con hermetismo y no han definido un móvil claro para el doble homicidio. Mientras tanto, los colectivos insisten en que no se descarte la motivación por odio anti-LGBT+ y que se agoten todas las líneas de investigación. La familia y amigos de Jesús e Isaí, además de enfrentar su duelo (Jesús habría cumplido 36 años el día posterior a su muerte), mantienen viva su memoria participando en marchas locales y exigiendo verdad y justicia. La esperanza es que este crimen no quede impune como tantos otros, y que siente un precedente en la protección de personas defensoras de la diversidad sexual.
Felipe Flores López – Servidor público LGBTQ+ asesinado en Guanajuato
¿Quién era? Felipe Flores López (27 años) era un joven abiertamente gay que trabajaba como empleado en la Presidencia Municipal de Santiago Maravatío, Guanajuato. Descrito como una persona comprometida con su comunidad, Felipe formaba parte del círculo cercano del alcalde suplente José Guadalupe Paniagua y en 2024 incluso figuró en la planilla electoral del presidente municipal electo, como regidor suplente. Es decir, además de servidor público era políticamente activo a nivel local. Sus conocidos señalan que Felipe siempre se mostró orgulloso de su identidad y participaba en actividades de la comunidad LGBTQ+ de la región. Su trabajo cotidiano consistía en labores administrativas en el ayuntamiento de Santiago Maravatío.
¿Cómo ocurrió el crimen? La mañana del lunes 30 de junio de 2025, último día del Mes del Orgullo, Felipe salió de su casa en la colonia El Bañito para dirigirse al palacio municipal a trabajar. Eran alrededor de las 8:30 a.m. cuando, según testigos, dos hombres armados a bordo de una motocicleta lo interceptaron en la calle Independencia y le dispararon en repetidas ocasiones a quemarropa. Los agresores huyeron de inmediato en la moto. Vecinos alarmados por las detonaciones llamaron al 911, tras lo cual acudieron elementos de seguridad y paramédicos, pero Felipe ya no presentaba signos vitales: las balas le ocasionaron heridas mortales en el lugar. El sitio fue acordonado para que peritos de la Fiscalía estatal recabaran indicios balísticos. El modus operandi –ataque directo por sicarios motorizados en vía pública– apunta a un homicidio premeditado, aunque hasta ahora se desconocen los motivos específicos. Las autoridades no reportaron robo de pertenencias ni otra circunstancia adicional, por lo que una de las hipótesis consideradas es la de un crimen motivado por odio ante la orientación sexual de la víctima. De hecho, la Fiscalía General del Estado (FGE) de Guanajuato confirmó que investiga el asesinato bajo esa línea para determinar si se trató de un crimen de odio por orientación sexual o identidad de género.
Reacciones de autoridades y activistas: El asesinato de Felipe causó conmoción en Guanajuato, un estado que en años recientes ha visto un incremento en violencia contra personas LGBT+ (como se detalla más adelante). El Gobierno Municipal de Santiago Maravatío confirmó públicamente la muerte de su colaborador y emitió un mensaje de condolencias en redes sociales. “Nos unimos a la pena que embarga a familiares, amistades y seres queridos de nuestro compañero Felipe Flores López; deseándoles pronta resignación y fortaleza en este difícil momento. Descanse en paz”, expresó el Ayuntamiento en un comunicado oficial. No obstante, el alcalde José Guadalupe Paniagua evitó dar declaraciones en profundidad inmediatamente después del crimen; se limitó a lamentar los hechos y señaló que, por respeto al duelo de la familia, esperaría a tener más información antes de emitir una postura amplia. “Lo que toca es condenar lo ocurrido; después daremos una rueda de prensa. Ahora, por respeto a sus familiares, nos mantenemos al margen”, dijo escuetamente el edil.
A nivel estatal, la Secretaría de Derechos Humanos de Guanajuato (organismo gubernamental) publicó un comunicado condenando enérgicamente el asesinato de Felipe y de cualquier acto que atente contra la dignidad y la vida de las personas. Esta dependencia informó que estableció contacto con las autoridades municipales de Santiago Maravatío para ofrecer a la familia de Felipe asesoría y acompañamiento jurídico-psicológico, enfatizando que se debe aplicar la ley para esclarecer el crimen. Organizaciones civiles y activistas LGBT+ también alzaron la voz. En redes sociales locales se multiplicaron las expresiones de coraje y temor, exigiendo mayor seguridad para la comunidad en Guanajuato y justicia pronta en este caso. Integrantes de colectivos señalaron que los indicios apuntan a un posible crimen de odio, y demandaron que no quede impune ni se normalice la violencia. “Estamos hartos de poner los muertos. ¿Cuántos Felipes más?”, escribió un activista en Facebook, reflejando el sentimiento de vulnerabilidad. Cabe mencionar que Guanajuato ha figurado entre los estados más peligrosos para personas LGBT+. Tan solo entre 2021 y mediados de 2025 se han abierto 82 carpetas de investigación por homicidios dolosos contra personas LGBTIQ+ en el estado. En promedio son 27 asesinatos al año en esa entidad, según datos oficiales, aunque activistas advierten que la cifra real podría ser mayor por la subregistro de crímenes motivados por prejuicio. Este contexto otorga mayor relevancia a la exigencia de justicia por Felipe.
Situación de la investigación: Al momento, no se han anunciado detenciones de los homicidas de Felipe Flores. La Fiscalía de Guanajuato continúa recabando evidencia (casquillos balísticos, cámaras de seguridad, testimonios) para identificar a los dos atacantes en motocicleta. Dado el patrón tipo ejecución, no se descarta la posible participación de grupos criminales locales, pero tampoco se descuida la línea del crimen de odio. La Secretaría de Seguridad Pública estatal ha pedido colaboración ciudadana para aportar cualquier información. La ausencia de sospechosos inmediatos genera preocupación en la familia, la cual ha pedido públicamente protección y avances en la investigación. Por su parte, colectivos LGBT+ locales anunciaron que seguirán de cerca el caso y, de ser necesario, realizarán manifestaciones en Guanajuato capital para exigir resultados. La esperanza es que la presión social y mediática evite que este asesinato quede sin resolver, dado que en varios casos previos de crímenes contra personas LGBT+ en la región la justicia ha sido lenta o nula. En memoria de Felipe, colegas del ayuntamiento realizaron una ceremonia luctuosa en la que ondearon una bandera arcoíris, reiterando el compromiso de no olvidar su nombre hasta que haya castigo a los culpables.
Misael Valdez – Joven LGBTQ+ asesinado en Nuevo León
¿Quién era? Misael Valdez era un joven de alrededor de veinte y tantos años, integrante de la comunidad LGBT+, originario de Matamoros, Tamaulipas, que recientemente se había trasladado al área metropolitana de Monterrey en busca de mejores oportunidades. Residia en el municipio de Guadalupe, Nuevo León, y según conocidos era una persona trabajadora y amable. Aunque no se han divulgado muchos detalles biográficos, Misael tenía sueños, afectos y un propósito de vida –en palabras de sus allegados– que lo llevaron a emprender proyectos personales en Nuevo León. Su identidad exacta (orientación sexual o expresión de género) no fue especificada en los reportes de prensa, más allá de referirlo como “joven LGBTIQ+”. Vivía en una colonia popular de Guadalupe y estaba construyendo un porvenir lejos de su tierra natal.
¿Cómo ocurrieron los hechos? El crimen ocurrió también el 30 de junio de 2025, cerrando trágicamente el Mes del Orgullo. De acuerdo con reportes preliminares, en horas de la tarde Misael se encontraba en un domicilio de la colonia Valles de Linda Vista, en Guadalupe, cuando un individuo ingresó de manera sospechosa a la vivienda. Vecinos vieron a un hombre forzando la entrada y, poco después, salir con las manos y la ropa ensangrentadas. Al percatarse de esto, llamaron inmediatamente a la policía. Agentes municipales que patrullaban cerca lograron llegar rápidamente y detuvieron en el lugar a un joven de 19 años, identificado como Roberto “N”, quien intentaba huir. Dentro de la casa, los oficiales hallaron a Misael gravemente herido por arma punzocortante (cuchillo u objeto afilado). Según el parte, presentaba múltiples lesiones provocadas con violencia. Aunque se llamó a paramédicos, Misael ya había fallecido a causa de las heridas profundas. La prontitud de la alerta vecinal permitió la captura del presunto agresor prácticamente en flagrancia, algo poco común en este tipo de crímenes. El detenido fue puesto bajo custodia y la Fiscalía de Nuevo León inició la investigación por homicidio calificado, sin descartar motivos de odio dada la pertenencia de la víctima a la comunidad diversa.
Hipótesis y contexto: Hasta ahora las autoridades no han revelado el vínculo (si lo hay) entre Misael y el atacante de 19 años. No se sabe si eran conocidos, vecinos o si el crimen fue al azar. La escena sugiere un ataque directo dentro de un domicilio particular, lo que podría indicar cierta confianza para que el agresor entrara, o bien un allanamiento con intención homicida. Colectivos locales señalaron que independientemente de la relación, el caso “enciende las alertas sobre la violencia estructural” que enfrenta la comunidad LGBTIQ+, incluso en entornos urbanos como Nuevo León. Este estado, vale mencionarlo, ha registrado varios crímenes contra personas LGBT+ en años recientes (en 2024 hubo al menos 5 asesinatos documentados en Nuevo León, situándolo entre los estados con mayor incidencia). Particularmente, activistas han denunciado que mujeres trans y hombres gay sufren agresiones en el área metropolitana de Monterrey, muchas veces en contextos de violencia extrema. El caso de Misael, ocurrido en un espacio privado, muestra que la violencia homofóbica/transfóbica también alcanza los ámbitos domésticos.
Reacciones y exigencias: La respuesta de los colectivos de derechos humanos fue inmediata. La organización Yaaj México condenó el asesinato con profunda indignación, señalando que “este crimen no es un hecho aislado: se suma a un contexto sistemático de discriminación, violencia y exclusión” que viven las personas de la diversidad sexual y de género. En su comunicado, Yaaj enfatizó que alrededor del mundo (y México no es la excepción) las personas LGBT+ enfrentan violencia cotidiana, y casos como el de Misael evidencian la falta de garantías para su seguridad. Diversos colectivos locales en Nuevo León y Tamaulipas difundieron mensajes con el hashtag #DescansaEnPoder Misael, rindiendo honor a su memoria y exigiendo justicia. Gracias a la detención del sospechoso, la demanda principal fue que la investigación se lleve con perspectiva de género y derechos humanos, sin dilación. “Instamos a que el presunto homicida sea investigado con todas las herramientas de inteligencia y vigilancia disponibles. Toda nuestra comunidad estará vigilante para que esta carpeta no quede en impunidad”, advirtió Yaaj México en redes. Asimismo, la organización subrayó que Misael “tenía sueños, afectos y propósito. Su vida importaba, su legado es nuestro. Por él y por todes, no dejaremos de alzar la voz”. Activistas de Nuevo León señalaron que en años recientes se han perpetrado ataques crueles contra personas LGBT+ en la entidad –varios de ellos contra mujeres trans trabajadoras sexuales– y que es imperativo que las autoridades tipifiquen adecuadamente estos crímenes de odio, pues de lo contrario prevalece la impunidad. La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Nuevo León también abrió un expediente de oficio para dar seguimiento al caso y verificar que se respete el debido proceso y los derechos de las víctimas.
Avance de la justicia: A diferencia de muchos otros casos, en el asesinato de Misael Valdez ya hay un detenido enfrentando proceso penal. Roberto “N”, de 19 años, fue presentado ante el Ministerio Público y un juez de control lo vinculó a proceso por el delito de homicidio, tras encontrar suficientes indicios en su contra. Actualmente se encuentra en prisión preventiva en espera de que avance la investigación complementaria. Colectivos vigilan que no se descarte la figura de crimen de odio en la imputación formal. Por ahora, la Fiscalía de Nuevo León ha manejado el caso como homicidio violento sin pronunciarse sobre el móvil; sin embargo, organizaciones civiles le han solicitado explícitamente que se considere la orientación sexual/identidad de género de la víctima como posible causa del ataque, para sentar precedente legal en el estado (Nuevo León carece de una tipificación robusta de crímenes de odio por homofobia/transfobia). Este caso, aunque trágico, podría convertirse en un parteaguas si se logra una sentencia condenatoria con reconocimiento de la motivación por prejuicio. La familia de Misael, por su parte, ha pedido privacidad para sobrellevar su duelo en Matamoros, mientras amigos cercanos organizan un evento conmemorativo en Monterrey para honrar su vida y reiterar el llamado de justicia.
Panorama de crímenes de odio contra personas LGBTQ+ en México (2025)
Los asesinatos descritos arriba no son hechos aislados, sino parte de una preocupante tendencia de violencia por prejuicio que azota a la comunidad LGBTQ+ en México. Diversas organizaciones –como Letra S, Sida, Cultura y Vida Cotidiana A.C. y el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT– documentan anualmente estos crímenes ante la falta de registros oficiales completos. A continuación se presentan las cifras más recientes y análisis correspondientes al contexto de 2025, con énfasis en comparativas históricas, distribución geográfica, modalidades de los crímenes y desglose por identidad de género/orientación sexual, basados en informes especializados y datos de fuentes oficiales.
Total de casos registrados: De acuerdo con el informe “Las dinámicas de la violencia por prejuicio. Homicidios de personas LGBTI+ en México, 2024”, elaborado por Letra S, durante 2024 se documentaron al menos 80 asesinatos de personas LGBT+ en el país. Esta cifra representa un incremento de 20% respecto a 2023, año en el que se registraron 66 casos, y es significativamente mayor que la de 2021 o 2020. La siguiente tabla muestra la evolución reciente:
Año | Personas LGBT+ asesinadas en México |
---|---|
2022 | 87 |
2023 | 66 |
2024 | 80 |
Fuente: Informe Letra S 2024, citado en La Jornada.
Como se observa, 2022 fue particularmente letal con 87 asesinatos, la cifra más alta registrada tras la pandemia. En 2023 hubo una disminución notable (66 casos), pero en 2024 volvió a repuntar a 80 víctimas. En el acumulado de los últimos tres años (2022, 2023 y 2024) suman 233 asesinatos de personas LGBTQ+ en México. Letra S advierte que estas estadísticas son conservadoras, pues se basan en casos reportados en medios o por activistas; debido al subregistro (muchos crímenes no se denuncian o no trascienden públicamente), la cifra real “podría ascender a más del doble” en cada año. De hecho, la organización estima que la verdadera cantidad de muertes violentas por LGBTfobia en 2024 podría superar los 160 casos considerando la cifra negra.
Estados con mayor incidencia: La violencia contra la comunidad LGBT+ se distribuye en gran parte del territorio nacional, pero se concentra especialmente en ciertas entidades. En 2024, se documentaron crímenes de odio en 22 de las 32 entidades federativas. Esto no implica que en los 10 estados restantes no hayan ocurrido, sino que no hubo reportes públicos. Por primera vez en registros recientes, la Ciudad de México se ubicó como la entidad con más homicidios LGBT+ en 2024, con 17 casos confirmados. Este dato resulta alarmante, ya que implica un crecimiento de casi “300 por ciento” respecto a 2023 en la capital (ese año se habían contabilizado solo 5 casos en CDMX). El repunte se atribuye en parte a una mejor visibilización y denuncia en la capital, pero también a hechos violentos concretos que incrementaron la estadística. Tras CDMX, los estados con mayor número de asesinatos en 2024 fueron Veracruz (8 casos), Jalisco (6 casos), Morelos (5 casos) y Nuevo León (5 casos). La siguiente tabla resume los principales:
Estado (año 2024) | Número de asesinatos LGBT+ |
---|---|
Ciudad de México | 17 casos |
Veracruz | 8 casos |
Jalisco | 6 casos |
Morelos | 5 casos |
Nuevo León | 5 casos |
Fuente: Informe Letra S 2024, citado en La Jornada.
Cabe mencionar que Veracruz ha sido reiteradamente uno de los estados más peligrosos para la población LGBTQ+. En 2023 figuró en primer lugar nacional, empatado con Guanajuato, en muertes violentas reportadas. Guanajuato, de hecho, también ha presentado altos índices (como se señaló, en 2023 estuvo a la cabeza y en 2024, aunque no aparece en el top 5, continuó registrando casos graves como el de Felipe). Guerrero, Puebla, Colima y Sonora son otras entidades que suelen aparecer con frecuencia en las estadísticas después de las mencionadas. Esto muestra que la violencia anti-LGBT no es exclusiva de una región: ocurre tanto en estados del centro (Edomex, CDMX, Morelos), como del Golfo (Veracruz), del Bajío (Guanajuato), norte (Nuevo León) y del sur (Guerrero). Activistas señalan que la diferencia puede estar en la visibilidad y denuncia: por ejemplo, en estados con comunidades LGBT+ más organizadas se tiende a documentar mejor cada caso, mientras que en otros lugares más conservadores muchos crímenes pueden pasar desapercibidos o ser ocultados bajo otras clasificaciones delictivas.
Tipos de crímenes y modalidades de violencia: Los transfeminicidios (asesinatos de mujeres trans por razones de género/odio) destacan como el tipo de crimen de odio más común y cruel en México. La mayoría de las víctimas de violencia LGBTQ+ letal son mujeres trans, quienes suelen enfrentar niveles extremos de brutalidad. En 2024, de los 80 asesinatos registrados, 55 correspondieron a mujeres trans (es decir, un 68.8%). Este porcentaje ha ido en aumento: en 2023 al menos 43 de las 66 víctimas (65%) fueron mujeres trans, y en 2022, 48 de las 87 (55%). La organización Letra S advierte sobre un incremento de la violencia transfeminicida en el país, con más casos cada año y con agresiones particularmente sádicas. Muchas mujeres trans son halladas con signos de tortura, mutilaciones o ataduras, empleándose medios brutales para quitarles la vida. De hecho, en al menos 8 casos de 2023 se identificó la concurrencia de más de una forma de violencia (por ejemplo, tortura y tiro de gracia). En cuanto a las armas utilizadas, predominan las de fuego: en 2023, 34 de las 66 víctimas (más de la mitad) fueron ultimadas con arma de fuego, mientras que el resto murieron por armas blancas, golpes contundentes, estrangulamiento u otros medios. La letalidad de las armas de fuego contribuye a que muchos crímenes se cometan en espacios públicos de forma expedita.
Otro patrón observado es dónde ocurren las agresiones según el grupo. Las mujeres trans son frecuentemente atacadas en espacios públicos (calles, carreteras, hoteles, etc.), lo cual se relaciona con la exposición que muchas tienen al trabajar en la vía pública (p. ej. en el trabajo sexual). Los hombres gay enfrentan violencia tanto en espacios públicos como privados; ha habido casos de hombres homosexuales asesinados en la calle, pero también otros en sus domicilios o sitios cerrados (a veces a manos de conocidos o incluso parejas). En cambio, las mujeres lesbianas que han sido víctimas de homicidio suelen ser atacadas en ámbitos privados, muchas veces por personas de su círculo cercano o en contexto de violencia doméstica, de acuerdo con los hallazgos de años anteriores. Esta diferenciación sugiere que la violencia homófoba y transfóbica adopta distintas dinámicas: mientras los transfeminicidios a menudo llevan un mensaje de odio más explícito y público (buscando “castigar” la visibilidad trans), los lesbicidios suelen quedar más invisibilizados al ocurrir en la intimidad y ser menos reportados como crímenes de odio.
Un fenómeno preocupante señalado en informes recientes es la intersección con el crimen organizado. En varios asesinatos de personas LGBT+, sobre todo mujeres trans trabajadoras sexuales, las autoridades han privilegiado la hipótesis de ajustes de cuentas del narcomenudeo o trata en lugar de investigar la motivación por odio. Si bien es cierto que algunas víctimas estaban en entornos donde operan grupos criminales, activistas como Samuel Martínez de Letra S subrayan que eso no elimina la dimensión de prejuicio: “La justicia las señala como cómplices (por su contexto), y falta complejizar esa relación y señalar sus condiciones de vulnerabilidad”. Es decir, muchas mujeres trans en situación de prostitución son violentadas por ser trans y estar expuestas, aunque el agresor pueda pertenecer al crimen organizado. La falta de perspectiva de género y diversidad en las investigaciones puede llevar a etiquetar mal estos casos, dejándolos fuera de la categoría de crimen de odio. De los 66 casos de 2023, en al menos 23 hubo múltiples agresores involucrados (lo que sugiere ataques grupales premeditados) y en apenas 10 hubo alguna persona detenida. De esos detenidos, solo 4 fueron finalmente vinculados a proceso, mientras que al menos 3 prófugos no fueron aprehendidos y 2 quedaron en situación jurídica incierta. Esto refleja una impunidad elevada: la gran mayoría de crímenes de odio contra personas LGBT+ quedan sin castigo ejemplar.
Desagregación por identidad de género y orientación sexual: Como ya se mencionó, las mujeres transgénero/transexuales son, con diferencia, el grupo más afectado por los homicidios de odio en México. Representan alrededor de 2/3 de las víctimas cada año. En 2024, 55 de 80 víctimas eran mujeres trans; en 2023, 43 de 66; y en 2022, 48 de 87. Esta sobrevictimización se vuelve más cruda al compararla con su proporción poblacional: según la Encuesta Nacional (INEGI), la tasa de homicidios de mujeres trans en 2023 fue de 37.1 por cada 100 mil personas trans, cifra siete veces mayor a la tasa de homicidio de mujeres cis en México (5.4 por 100 mil). En otras palabras, ser una mujer trans en México conlleva un riesgo de asesinato muy superior al de otras poblaciones femeninas, producto de la transfobia arraigada. Los hombres gays constituyen el segundo grupo más victimizado. En 2024 se documentaron al menos 19 homicidios de hombres gay (24% del total de ese año), y en 2023 fueron 16 casos (24% igualmente). Muchos de ellos son crímenes brutales también, a veces perpetrados por contactos cercanos o en entornos de ligue, combinando homofobia y misoginia en la forma de la agresión.
Las mujeres lesbianas registran menos casos en números absolutos, pero ello podría deberse a subestimación. En 2024, el informe de Letra S no logró obtener información detallada de víctimas lesbianas (posiblemente porque no se reportaron claramente ese año). Sin embargo, en 2023 hubo 4 mujeres lesbianas asesinadas reconocidas como tales (6% del total), casos que generalmente involucran violencia en relaciones de pareja o ataques sexuales correctivos. Adicionalmente, se reportó en 2023 el asesinato de 1 persona muxe (tercer género de la cultura zapoteca), 1 hombre trans y 1 persona clasificada como “otro” (posiblemente persona no binaria), mostrando que ningún sector de la diversidad está completamente a salvo. Aunque sus cifras son menores, es importante visibilizar estas muertes, ya que suelen quedar en el olvido. Por ejemplo, los hombres trans enfrentan una “invisibilidad” en las estadísticas, a veces ni siquiera se reconoce su identidad trans en los reportes forenses o mediáticos, dificultando saber cuántos han sido víctimas de homicidio.
Comparativas con años anteriores: Si ampliamos la mirada, desde 2014 ha habido oscilaciones en los números anuales de crímenes de odio anti-LGBT+ en México, pero con una tendencia general al alza post-2016. Los últimos 5 años han sido especialmente cruentos: entre 2018 y 2022, por ejemplo, se contabilizaron 453 muertes violentas por orientación sexual o identidad de género en el país. El año 2019 rondó los 70 casos, 2020 y 2021 cerca de 80 cada uno, 2022 subió a 87 (como ya vimos, uno de los picos históricos). Con 66 en 2023 y 80 en 2024, podemos decir que la última década ha promediado alrededor de 70 asesinatos LGBT+ anuales en México. Esto coloca al país consistentemente entre los más mortíferos del mundo para la población LGBT+. Por ejemplo, informes internacionales han señalado que México y Brasil suelen encabezar las listas globales de asesinatos de personas trans cada año. La tendencia reciente muestra particular ensañamiento contra mujeres trans y personas LGBT+ defensoras de derechos humanos: en 2023 se advirtió un aumento de activistas LGBT+ asesinados (como fue el caso de Jesús e Isaí), algo que ha continuado en 2024-2025. Esto enciende alertas sobre la doble vulnerabilidad: sufrir violencia por ser quien eres y por lo que haces (defender tus derechos).
Respuesta institucional y agenda pendiente: Pese a las escalofriantes cifras, México carece de un sistema oficial unificado para registrar los crímenes de odio contra personas LGBT+. Solo 13 entidades federativas tipifican explícitamente en su código penal los delitos motivados por orientación sexual, expresión o identidad de género. A nivel federal no existe todavía una figura jurídica de “crimen de odio” bien definida, lo que conlleva que muchos casos se investiguen como homicidios simples o feminicidios (cuando la víctima es mujer cis, trans o lesbiana) sin analizar el componente discriminatorio. Organizaciones como Letra S, la Comisión Ciudadana Contra Crímenes de Odio por Homofobia (CCCOH) y la Red Sin Violencia LGBTI han insistido en la necesidad de políticas públicas para prevenir, atender y sancionar la violencia anti-LGBT. También la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la ONU han emitido recomendaciones en ese sentido. La realidad, sin embargo, es que prevalece la impunidad. Activistas denuncian un “abandono institucional”: pocas fiscalías cuentan con agencias o protocolos especializados, existe falta de capacitación en policías y ministerios públicos (que a veces revictimizan o invisibilizan a las víctimas LGBTQ+), y no se destina presupuesto suficiente para proteger a esta población vulnerable.
Cada crimen de odio que queda impune envía un mensaje de que estas vidas importan menos, perpetuando el ciclo de violencia. Por ello, colectivos en todo México siguen levantando la voz con consignas como “¡Ni una menos, ni uno menos, ni une menos LGBT+!” y organizando marchas de coraje y duelo. Casos como los de Alexis, Jesús, Isaí, Felipe y Misael en 2025 son un doloroso recordatorio de los riesgos que enfrenta la comunidad, pero también se han vuelto catalizadores de movilización. Sus nombres resuenan en pancartas y discursos que exigen verdad y justicia, esperando que algún día las estadísticas dejen de sumar víctimas y empiecen a sumar sentencias contra los agresores. Mientras eso ocurre, la lucha continúa en tribunales, congresos y calles para que México sea un país donde nadie sea violentado por amar libremente o por ser quien es.
Fuentes consultadas:
- Infobae, “Localizan sin vida a Alexis Noé, mujer trans, en Veracruz; comunidad LGBT+ exige justicia”, 4 jul 2025.
- La Jornada, “Hallan muerta a Alexis Noé, mujer trans, en Veracruz”, 3 jul 2025.
- La Jornada, “Detienen a tres personas por asesinato de joven trans en Veracruz”, 4 jul 2025.
- Seis Franjas Mx, “Justicia para Alexis: mujer trans asesinada en Veracruz”, 3 jul 2025.
- Infobae, “Asesinan a Jesús Laiza e Isaí López, activistas LGBT+ en Hidalgo; habían asistido a la marcha en CDMX”, 2 jul 2025.
- El País, “Amenazas, activismo y el rastro del último bar: el asesinato de Isaí y Jesús…”, 3 jul 2025.
- La Jornada, “Asesinan a Jesús Laiza, líder LGBT+ de Espacio Hidalgo y a su pareja en Edomex”, 2 jul 2025.
- El Financiero, “Asesinan a Felipe Flores López, empleado municipal y persona de la comunidad LGBT, en Guanajuato”, 30 jun 2025.
- Periódico Correo, “Familia y activistas exigen justicia por Felipe, joven LGBT asesinado en Santiago Maravatío”, 1 jul 2025.
- Infobae, “Comunidad LGBT+ lamenta y exige justicia por Misael Valdez, joven asesinado en Nuevo León”, 4 jul 2025.
- Seis Franjas Mx, “Misael Valdez, joven LGBT+ fue asesinado en NL”, 2 jul 2025.
- La Jornada, “Reportan al menos 80 asesinatos cometidos contra la comunidad LGBT+ el año pasado”, 17 may 2025.
- Presentes, “México: en el último año aumentaron las violencias a personas trans y los asesinatos de defensores LGBTI+”, 11 jun 2024.
- Pie de Página, “Crímenes de odio contra población LGBT+: la agenda pendiente del Estado mexicano”, 24 jun 2023.
- Informes de Letra S: “La violencia LGBTFóbica en México, 2023” (publicado en mayo 2024); “Homicidios de personas LGBT+ en México, 2024” (publicado en junio 2025).