Por Antonio Medina
@antoniomedina41
La reforma electoral impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador es autoritaria y pone en riesgo, no sólo la autonomía del Instituto Nacional Electoral (INE) cuyo desempeño ha resultado ser funcional y de alta confiabilidad para la ciudadanía, sino los avances democráticos que tenazmente han sido impulsados por fuerzas políticas progresistas y organizaciones de la sociedad civil.
De prosperar la iniciativa presidencial, el INE perdería autonomía y con ello peligrarían las conquistas y reformas logradas por la diversidad sexual, pues López Obrador, quien se ha caracterizado por su indiferencia a los problemas que enfrentan las minorías, simplemente, con consejeros y autoridades a modo, podría desaparecerlas.
La inclusión y participación política de las poblaciones LGBTTTI en los procesos electorales son consecuencia de una incansable lucha social. La visibilización obtenida por estas ciudadanías a través de candidaturas abanderadas, ya sea por obligación o convicción, por distintos partidos políticos, es un logro sustentado en la histórica reforma constitucional de 2011 en materia de derechos humanos.
La modificación de leyes secundarias, sobre todo en materia de discriminación, contribuyó a que la diversidad sexual accediera a candidaturas para distintos cargos de elección popular. Por ello, en esta embestida de López Obrador contra el INE, es necesario que la mirada de los colectivos LGBTTTI se fije en los riesgos que conlleva para consolidar su participación en la vida política del país.
La iniciativa presidencial desdeña logros como las acciones afirmativas para que la diversidad sexual ejerza sus derechos político-electorales al convertirlas en un asunto de mera voluntad política, pues elimina la obligatoriedad del fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la federación que en 2020 ordenó al INE establecer estas medidas al interior de los partidos políticos, y deja en vilo el proceso para ser plasmadas en la legislación.
En 2017, el INE aprobó el protocolo trans para que estas poblaciones ejercieran el voto en igualdad de condiciones y sin discriminación en las jornadas electorales federales, estatales y municipales. Este cambio en la perspectiva y normatividad del INE ha permeado los Organismos Públicos Locales Electorales, que con mayor frecuencia analizan y debaten sobre los derechos de las poblaciones LGBTTTI.
Modificar la esencia del árbitro electoral para convertirlo en un apéndice gubernamental, significa atacar la progresividad de los derechos humanos, políticos y electorales de las ciudadanías LGBTTTI, pues tanto las candidaturas como las acciones afirmativas aún no están plenamente consolidadas al interior de los partidos políticos.
La reforma electoral de López Obrador pone en un escenario de riesgo y simulación los derechos político-electorales de estas poblaciones. Por lo anterior, llamamos a la diversidad sexual a sumarse a la defensa del INE el próximo domingo en punto de las 10:30 horas en el Ángel de la Independencia, pues aún hay mucho camino que recorrer hacia una plena igualdad en el ejercicio de los derechos.
- Director nacional de Diversidad Sexual del PRD.