Lia Thomas se ha visto envuelta en la polémica tras convertirse en la primera atleta transgénero en ganar una competencia de NCAA. A dos meses de hacer historia en el deporte universitario, la nadadora de la Universidad de Pennsylvania habla al respecto.
En entrevista para ABC y ESPN, Thomas, quien ganó la prueba de los 500 metros libres y fue quinta y octava en los 200 y 100 metros respectivamente en los campeonatos de la especialidad del deporte universitario, aseguró que la inclusión de mujeres trans en categorías femeninas no amenaza el deporte universitario.
“Las mujeres trans compitiendo en deportes de mujeres no amenazan al deporte femenino. Las mujeres trans somos una minoría muy pequeña”, indicó. “Las reglas de NCAA con relación a mujeres trans compitiendo en categorías femeninas han estado por alrededor de 10 años. Y no hemos visto una ola de mujeres trans dominando”.
En enero pasado, la NCAA informó que los organismos rectores de las disciplinas universitarias son las encargadas de decidir en qué categoría puede competir una atleta trans. Adicionalmente, previo al ciclo escolar 2021 solicitó a las mujeres trans un mínimo de 12 meses bajo tratamiento hormonal para poder participar en las ramas femeninas; Thomas había pasado los 30 meses de terapia en ese momento.
A pesar de que alinearse a los estándares solicitados por NCAA, Thomas ha sido señalada de haber hecho la transición para tener mayores posibilidades de triunfar y representar a USA en Juegos Olímpicos. Al respecto, la nadadora de 22 años acotó que su decisión fue personal y con fines deportivos.
“La malinterpretación más grande, creo que es la razón por la que transicioné”, explicó. “La gente dice, ‘Hizo la transición para tener ventaja, para ganar’. Lo hice para ser feliz, para ser honesta conmigo”.
Asimismo, Thomas desestimó los argumentos que se esgrimen en torno a una posible ventaja biológica al señalar que múltiples atletas cisgénero también tienen superioridad debido a atributos físicos.
“No soy una doctora, pero hay muchas diferencias entre mujeres deportistas”, cuestionó. “Hay algunas que son muy altas, que tienen más músculos y tienen una testosterona más alta, por eso ¿deberían descalificar también a ellas?”.
Las siguientes barreras
Cabe señalar que el sueño olímpico de Thomas podría entorpecerse por el momento. En febrero de este año, USA Swimming, el organismo rector de la natación, anunció una política en la que se requieren 36 meses de supresión de testosterona y la evaluación de la atleta a través de un panel.
NCAA se apegó a la normativa, pero para los campeonatos de 2022 decidió mantenerse con sus estándares previos y solicitar un nivel de testosterona por debajo de los 10 nanomoles por litro para participar en las ramas femeninas.