Es la primera vez en el futbol mexicano que un partido no se puede terminar a raíz del grito homofóbico. En el partido de vuelta de los cuartos de final entre Morelia y Tampico el “eh, puto” se escuchó en reiteradas ocasiones.
Con el marcador 0-2 a favor de la Jaiva Brava (2-4 en el global) y con la inminente eliminación de la Liguilla, la afición michoacana comenzó con el grito homofóbico en los minutos finales del encuentro, por lo que el árbitro tuvo que detener el partido.
Los jugadores tuvieron que ir a los vestidores, se reanudó el partido, pero la afición reincidió con el grito, por lo que se tomó la determinación de dar por terminado el encuentro en el estadio Morelos, con lo que Tampico Madero se convirtió en el primer semifinalista.
Durante el torneo regular el Morelia ya había recibido un veto tras el mal comportamiento de su afición con el grito homofóbico y al parecer no se aprendió la lección, por lo que se espera un nuevo castigo.