El Baile de los 41

Por Alonso Hernández

Entre la noche del 16 y la madrugada del 17 de noviembre de 1901, la policía de la ciudad de México realizó una redada a lo que parecía ser una fiesta de en una casa de la cuarta calle de La Paz –hoy Ezequiel Montes- la crónica señala que un policía comenzó a ver, bajar de carruajes damas elegantes y jóvenes bien vestidos a lo que sería un baile de sociedad. Sin embargo al acercarse se percató que varias de las damas, eran varones, lo que le hizo pedir refuerzos.

Un mes antes de los hechos, el periódico El Universal, señalaba que los afeminados u homosexuales recorrían la calle de Plateros; se veían en la Alameda Central y en el Zócalo que para entonces era un parque, muchos de ellos eran señalados como: lagartijos y tildados de afeminados –por su higiene y prestancia en su arreglo personal-. Hay que recordar que el Porfiriato inició una campaña de higenización social, abriendo baños públicos que no solo fueron usados para el acicalamiento, también para el deleite de quienes se reconocían con la mirada.

El rumor popular y las notas periodísticas señalaron que varios personajes de la aristocracia porfiriana se encontraban implicados, sin embargo nunca hubo un juicio para tal evento, porque en el México porfiriano, la homosexualidad no era un delito, si acaso existía desde entonces “las faltas a la moral y a las buenas costumbres” por los que miles de homosexuales, bisexuales y personas travestís fueron chantejeadas y condenadas por el Estado Mexicano. 

Hubo familiares y personas que solicitaron un amparo ante una redada totalmente ilegal, pues no habían incurrido siquiera en escándalo público, al tratarse de un baile privado, por lo que la Suprema Corte de Justicia de la Nación falló a favor de quienes así lo solicitaron. Quienes no compraron con su apellido, dinero la libertad y no recurrieron al amparo, se vieron envueltos en un castigo ilegal, llevados a Yucatán a servir de carne de cañón en una guerra que para sorpresa, había terminado y por tanto quienes no siguieron una carrera militar, seguramente fallecerían en las haciendas de Quintana Roo. 

Hoy sabemos que El Baile de los 41, fue un baile más que se sucedió en lo que hoy conocemos como sociedades de baile que conocieron la luz en Europa a finales del siglo XIX y que algunos aristócratas mexicanos tropicalizaronen nuestro país y que tiene sus orígenes en rituales italianos como el pastoreo. El Baile de los 41, es el germen identidario de por lo menos tres grupos: los homosexuales, los bisexuales y las personas travestis. 

El rumor popular señaló a Ignacio de la Torre y Mier –yerno del general Díaz- como el número 42, Salvador Novo consigna en La Estatua de Sal el nombre de Antonio Adalid Pradel, como un posible asistente, mientras que Alejandro Redo de La Vega fue perseguido por la leyenda, de todos el único que fue consignado por los periódicos fue Enrique Poupard, quien se exilió en EE:UU., donde fue el patriarca de una familia que está descubriendo con orgullo, llevar la sangre de un 41.

Debido a la censura de la época se desconoce la fecha exacta del Baile de los 41. Diversas investigaciones sitúan este suceso entre el 16 y el 20 de noviembre, pero aún existen discrepancias.

Post Author: anodis