Crítica de “Love, Víctor”, una historia gay de autodescubrimiento y aceptación

Por Juan Pablo Russo

La serie, una coming-of-age de temática LGBTQI+, suerte de spin off secuela de “Yo soy Simon” (Love, Simon, 2018), película que a su vez era una adaptación del libro “Simon vs. the Homo Sapiens Agenda”, presenta la historia de Víctor, interpretado por Michael Cimino, que se muda con su familia y comienza a estudiar en el Creekwood High School, mientras sigue los pasos de su héroe, Simon.

Yo soy Simon estaba ambientada en el colegio Creekwood donde un joven de 17 años que lleva una vida feliz junto a sus padres, su hermana menor y sus amigos; guarda un secreto: es gay. Narrada por el protagonista, a través de un monólogo interno en el que sus pensamientos y sentimientos conducen la historia, la película, buscaba desdramatizar y naturalizar las complejidades a las que Simon se enfrentaba. Love Víctor (2020) sigue ese mismo camino.

Isaac Aptaker y Elizabeth Berger, guionistas de la película, recrean el mismo universo, pero ahora a través de los ojos de Víctor, un adolescente de origen latino, con dos hermanos menores y unos padres que intentan ser modernos mientras su interior está atravesado por un conservadurismo arraigado y mucha religión. En ese contexto, Víctor debe luchar con sus problemas hogareños, la adaptación a una nueva ciudad y la aceptación de su orientación sexual.

La conexión entre serie y película no solo se da por la temática de iniciación, el conflicto gay y el ambiente espacial, sino también porque el binomio de escritores cruza y conecta a ambos personajes a través de una relación epistolar determinante en la vida y decisiones posteriores que Víctor tome. Nick Robinson (Simon) retoma el papel de la película, además de producir la serie, para ayudar a Víctor a entender el conflicto interno que lo atraviesa.

Si Yo soy Simon tuvo una buena recepción por parte de público y crítica gracias a su mensaje de aceptación, Love, Víctor continúa por esa senda y la amplía, profundizando en el día a día de un adolescente en su proceso de autodescubrimiento. Que podría ser mucho más profunda y visceral, es cierto, pero no cabe duda que en el terreno emocional es fantástica.

Fuente: www.escribiendocine.com

Post Author: anodis