Los rumores sobre su supuesta homosexualidad siempre han perseguido al cantante de música urbana, Maluma.
Sin embargo, estas afirmaciones vienen desde antes que saltó a la fama a pesar de que mantuvo una relación sentimental pública durante años con la modelo Natalia Barulich.
En realidad, se trata de algo a lo que está más que acostumbrado, según ha confesado ahora, y se debe todo, según como lo ve él, a su particular sentido de la moda.
“En el colegio muchas personas decían que yo era gay porque me ponía diferentes colores cuando todo el mundo se vestía de negro“, ha desvelado en declaraciones a la revista GQ México.
Por suerte, sus padres siempre le apoyaron y nunca le motivaron a tratar de encajar porque creía tanto en él como en su personalidad arrolladora.
“Conozco muchas historias de niños y jóvenes que han querido vestirse de una manera, pero se van de otra porque su cultura o su familia los reprimen”, se lamentaba y, de hecho, hacía toda una declaración con la que, honestamente, no podemos estar más de acuerdo.
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“Soy un amante del fashion desde que tengo uso de razón. De niño abría el clóset [armario] para decidir qué me quería poner. También gracias a mis padres, que me dieron libertad de expresión. […] Lo digo abiertamente: mis padres creyeron en mí, en mi personalidad y, desde entonces, me he vestido a mi manera. Me han puesto todas las etiquetas posibles por el solo hecho de ponerme un montón de colores. Cuando todos andaban de negro para ir a una fiesta de quinceañera, yo me ponía una camisa rosa con un pantalón verde. La realidad es que siempre he amado el arte como expresión de individualidad, que a través de la moda se manifiesta muchísimo. Soy coleccionista de arte, tengo obras importantes, y también colecciono ropa, ‘sneakers’… Yo me visto así porque amo las expresiones artísticas. La gente sabe que lo que hago y cómo lo hago me sale del corazón, incluyendo expresarme a través de mi estilo de moda. Por ejemplo, mi accesorio favorito, sin duda, son las gafas. Antes fueron las joyas y tengo una gran colección de relojes y cadenas, pero, para serte sincero, he quemado un poco esa etapa. Me siento más energizado por las piedras y he entendido que el tema no va por un valor económico, sino por un valor espiritual, que es algo que representa mucho más”.
