Transexualidad en la pantalla: Una añeja polémica

Por Eduardo Yribarren*

Hace tiempo que no escribo de cine, sin embargo, y a propósito del ciclo de cine con temática transgénero, a realizarse los próximos días 20, 21 y 22 de abril de este año 2023 en la Faro Cosmos (sí la Faro como acrónimo de Fábrica de Artes y Oficios), me viene a la mente la que creo, fue mi primer contacto con este tema a través de un filme.

Era 1993, han pasado casi exactamente 30 años de aquello. Estudiaba mis primeros semestres de universidad cuando apareció en cartelera una película escandalosa, entre comillas, se hablaba de ella en los pasillos y en la cafetería, “¿Ya la viste?” me preguntaron varias veces aquellos días. Fue tal el furor que fui a verla sonada película con algunos compañeros de la universidad. Se llamaba “Juego de Lágrimas” (Neil Jordan, 1992). Definitivamente esta es una película que ha dejado una huella importante en la historia del cine, más aún: en mi propia historia como espectador de cine. Es una película que combina elementos del thriller político y del drama romántico, sin embargo, sobresale por ser un filme muy relevante en términos de cuestionar la forma en que se representan las identidades y las sexualidades en el cine.

La película muestra una conexión emocional entre dos personas que provienen de mundos diferentes, y las fronteras y los límites que la sociedad impone sobre la sexualidad. La interpretación magistral de los actores, especialmente la de Jaye Davidson en su papel de Dil, muy elogiada por la crítica, ha permitido que la película sea recordada a lo largo de los años. La película también ha sido significativa por ser uno de los primeros ejemplos de un personaje trans interpretado por un actor transgénero en un papel importante y con una historia realista que aborda la discriminación y la violencia que enfrentan las personas trans en la sociedad. La representación positiva y respetuosa del personaje de Dil hizo que la película fuera una de las primeras en presentar a las personas trans como seres humanos complejos y no como estereotipos o caricaturas.

Aunque me gustaría, nunca he vuelto a ver esta cinta. He perdido algunos detalles en lo huecos de la memoria, pero lo trascendente lo recuerdo, nebulosamente bien. Y aunque sigo creyendo que es buena, si hay algo que le cuestionaría es ese “efecto sorpresa”, donde el director, el guionista y el fotógrafo logran el “aaaah” de un espectador atónito que se dice para sus adentros o comenta al salir de la “No inventes, ¡no era mujer!”. En esta época, proclive a corregir las obras del pasado de acuerdo con los valores y visiones de la actualidad, yo no le corregiría nada, así era la época de descubrir el fenómeno trans del que poco se había hablado y escrito de forma seria. Pero quizá hoy, aquello ya no tendría ese efecto o sería incluso criticado. Hoy lo trans ya es un hecho, no es una sorpresa, no debe ser una sorpresa para nadie sino una identidad de la que se habla abiertamente para equilibrar derechos y oportunidades a una comunidad a la que tradicionalmente se ha discriminado.

Después de tantos años han surgido muchas más obras cinematográficas y televisivas, que con más y con menos fortuna, con más y con menos acierto, han tratado las distintas problemáticas trans. Qué bueno que de esto se ha seguido hablando. Y de ello darán muestra en este extraordinario ciclo de cortometrajes TRANCINE con una gran variedad de abordajes y puntos de vista. Y qué gran noticia que sea en La FARO Cosmos, sitio histórico de discusión, debate, cuestionamiento y confrontación. Qué bueno que se de en esta Ciudad de México.

TRANSCINE es una iniciativa de Shorts México y Artes contra la Discriminación

*Coordinador de Fomento y Promoción de la Infraestructura local en Comisión de Filmaciones de la Ciudad de México, Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.

 

Post Author: anodis