(AMCI).- Con un llamado a donar materiales que permitan documentar la vida, obra y aportaciones que activistas hicieron al movimiento de la diversidad sexual, concluyó el homenaje post mortem que integrantes de los colectivos LGBTI+ hicieron al activista y comunicador Mario Arteaga.
Tras compartir anécdotas y experiencias que retrataron el compromiso de Arteaga Arana con la lucha de la diversidad sexual, Alonso Hernández, director de Archivos y Memorias Diversas, subrayó la necesidad de rescatar materiales que permitan registrar las aportaciones de las y los activistas pues cuando mueren, los familiares y amigos se deshacen de sus pertenencias al considerar que sólo tienen valor sentimental y olvidan que son importantes para construir un archivo histórico LGBTI+.
Reunidos en la librería Somos Voces, los activistas Antonio Medina, Armando Cristeto, Enrique Martínez y Joselo Castillo, destacaron la congruencia y compromiso de Mario Arteaga, quien falleció la madrugada del pasado 26 de septiembre.
Medina Trejo llamó, sobre todo a las nuevas generaciones, a valorar el trabajo de quienes se dedican al activismo desde hace muchos años, pues cuando no reconocen el devenir histórico de la lucha LGBTI+ se comete un acto de injusticia contra quienes aportaron ideas, acciones y propuestas para el avance de derechos y libertades.
Recordó a Mario Arteaga como un buen conversador, gran cinéfilo, uno de los precursores para el cambio de la línea editorial del periódico La Prensa que durante muchos años en sus notas estigmatizó a las poblaciones LGBTI+, y pieza fundamental en la estrategia mediática que abrió paso a la Ley de Sociedades de Convivencia.
Por su parte, Armando Cristeto, señaló que Arteaga, como parte del Grupo Homosexual de Acción e Información, sin tener una visibilidad mediática y por estar desprendido de todo afán protagonista, contribuyó al cambio de los derechos humanos en México.
Enrique Martínez Rayas, definió al también ex subdirector de programación de Radio Educación, como una persona congruente entre su decir y su hacer, quien además, experimentó soledad y alejamiento, pero sin perder la generosidad que lo caracterizaba cuando alguien le pedía ayuda.
“Fue alguien extremadamente culto, atractivo, con un termómetro puntual de lo que acontecía en la lucha LGBTI+, pero que al final vivió un proceso de depresión agravado por la falta de oportunidades laborales. Sabía aportar y construir. Hay que celebrar su vida”.
Finalmente, Joselo Castillo, señaló que Mario Arteaga fue un hombre inteligente, culto, mordaz, sabio y muy frontal, quien además tuvo una participación relevante cuando el movimiento LGBTI+ luchó por acceder a candidaturas en partidos políticos. “Recuerdo a Mario Arteaga siempre dándome información y regañándome, pero también era muy divertido”.