Por Luz Rangel
Cursó su licenciatura, maestría y doctorado en la Facultad de Psicología. En 2015, recién egresado del posgrado, lo contrataron de tiempo completo como prefecto y docente y para 2017 ya era también tutor en la UANL.
En febrero de ese año notificó a la institución que era un hombre trans. En 2016 decidió viajar a la Ciudad de México para tramitar el cambio de nombre y género en sus documentos oficiales.
“Para lograr la rectificación de sus datos personales, Daniel entregó a Recursos Humanosuna copia de su expediente completo de rectificación de nombre del Registro Civil, así como otros documentos oficiales ya rectificados”, menciona una publicación de del Instagram @cronicas_trans, en donde Loren informó de su caso.
Como empleado de la UANL, él buscaba poder cambiar sus cheques en el banco sin tener que endosarlos, ya que seguían saliendo con su nombre anterior y no como Loren Daniel Johannes Ibarra González. Es decir, su forma de pago ya no correspondía con su identidad de género legal actual y cada quincena tenía que explicar que era una persona transgénero.
En agosto de 2017, aún sin la rectificación de sus datos en la UANL y con el pretexto de que terminara su tesis de doctorado, el director de la Facultad de Psicología, Álvaro Antonio Ascary Aguillón Ramírez, le quitó a Loren sus horas de docencia y sus grupos de tutorías. En consecuencia, su sueldo se redujo a la mitad y perdió su seguro médico.
Cuando Loren concluyó su tesis y pidió al director que le devolviera sus horas de docencia, le respondió que no cumplía con los requisitos para ser profesor. Era diciembre de 2017 y ya habían pasado 10 meses desde que había solicitado la rectificación de sus datos, por lo que puso una queja en la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Nuevo León (CEDHNL) en febrero de 2018.
Un mes después, el organismo autónomo notificó a Álvaro Antonio Ascary Aguillón Ramírez que estaba siendo investigado. Y ese mismo día, Recursos Humanos citó a Loren Daniel Johannes Ibarra González para decirle que estaba despedido por órdenes de la dirección.
“A la Facultad de Psicología le importó más mi identidad trans que toda mi carrera y toda mi preparación y eso literalmente es transfobia”, menciona en un video en la cuenta de Instagram @cronicas_trans.