Inglaterra iluminó el arco del estadio de Wembley con los colores arcoíris previo a la disputa entre Estados Unidos e Inglaterra en Catar.
La foto se acompañó en redes sociales del siguiente texto: “El futbol tiene el poder de unir a la gente. Es un juego para todos. Continuaremos mostrando nuestro apoyo a la comunidad LGBTQ+, durante y mucho después de este torneo”.
La polémica sin duda ha marcado pauta constante en la copa mundial de futbol 2022 con sede en Catar por su carácter (de origen) misógino, homofóbico y por las múltiples violaciones a derechos humanos.
El brazalete “One Love” ha estado en boca del mundo por las prohibiciones y amenazas de la FIFA, pero también por las reacciones de selecciones, embajadores y hasta estadios que ya sea a distancia o a nivel de cancha, muestran su respaldo.
Su uso comenzó en 2020 durante una campaña en Holanda cuyo objetivo era la “unión de todos” y el rechazo al odio dirigido hacia las disidencias sexuales, aunque el conflicto y las amenazas por parte de la FIFA comenzaron cuando la selección de Alemania adelantó que en su primer partido, saldrían a la cancha con este brazalete.
Hadja Lahbib, ministra de Relaciones Exteriores de Bélgica, usó el brazalete de One Love cuando se reunió con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, en el partido del Mundial en el que su país enfrentó a Canadá.