El respeto y la protección de los derechos humanos de todos es esencial. Sin embargo, existen poblaciones que, debido a su identidad o orientación sexual, enfrentan una vulnerabilidad aún mayor, especialmente cuando se encuentran en situación de reclusión.
Es en este contexto que surge la necesidad de visibilizar la vulneración de derechos y la discriminación sistemática de las personas de la diversidad sexual en prisión.
Este desafío ha llevado a activistas de diversos países de América Latina a convocar al II Congreso Internacional de Trabajo a favor de las Personas LGBTI+ Privadas de Libertad.
Una iniciativa que busca abordar una agenda históricamente olvidada, relacionada con las personas LGBTI+ en centros de reclusión y aquellos con orientaciones e identidades que desafían los estereotipos de la heteronormatividad.
Las organizaciones civiles agrupadas en la Red Corpora en Libertad se han propuesto discutir los principales retos y obstáculos que enfrentan estas personas al intentar ejercer sus derechos humanos en centros penitenciarios.
Ari Vera, presidenta de Almas Cautivas, resaltó la lucha de la Red por abolir el sistema carcelario actual y garantizar que las personas LGBTI+ vivan sus condenas “libres de estigmas y violencias”, con el respeto y la dignidad que todos merecen.
Por otro lado, la necesidad de adoptar el Protocolo Nacional de Actuación LGBTTI+ fue enfatizada, con el fin de eliminar conductas discriminatorias.
Las palabras de Daniel Serrano de Rejil, director general de Interculturalidad, Salud y Derechos (INSADE), enfatizaron la urgencia de garantizar derechos, como la reinserción social, y trabajar en conjunto con organizaciones civiles.
Serrano de Rejil también mencionó el papel potencialmente poderoso del voto penitenciario en épocas electorales, y la necesidad de reconocer y promover este derecho entre aquellos en prisión.
El congreso fue organizado por la Red Corpora en Libertad, que incluye a numerosas organizaciones comprometidas con la causa.