Por Manuel Edmundo Ramos Gutiérrez *
En la era moderna de la televisión, pocos programas han logrado capturar la esencia de la juventud con tanta precisión y sensibilidad como “Heartstopper”. La segunda temporada de esta aclamada serie, que se estrenó el 3 de agosto en la plataforma Netflix, nos brinda una representación fresca y honesta de la juventud y sus vivencias en un viaje a París, justo antes de la celebración del Día Internacional de las Juventudes el 12 de agosto.
La serie es un canto a la honestidad, el respeto, la empatía, la comunicación y la responsabilidad afectiva. En un mundo donde la discriminación y la violencia aún persisten, “Heartstopper” nos muestra que es posible establecer relaciones humanas saludables, libres de prejuicios y miedos. Las opiniones de las juventudes de SOS Discriminación Internacional Querétaro y del Observatorio Juvenil por la No Discriminación Querétaro (OJQ) son una clara evidencia de su impacto en la sociedad.
Basada en las novelas gráficas de Alice Oseman, “Heartstopper” se ha convertido en una inspiración tanto para la primera como para la segunda generación de espectadores. Y en esta última entrega, la serie destaca diversas situaciones que desafían las normas tradicionales de relaciones y descubrimiento personal, como la relación entre Nick y Charlie, o los retos que enfrenta Darcy con su madre.
Los jóvenes de hoy tienen ante sí un mundo lleno de desafíos, pero también de oportunidades para romper los ciclos de violencia y discriminación que se han transmitido durante generaciones. Y yo, Manuel Edmundo Ramos Gutiérrez, presidente de SOS Discriminación Internacional Querétaro, con una formación en Psicología Positiva y estudios de género, aplaudo la valentía de estos jóvenes y de quienes crean contenido audiovisual tan significativo para ellos.
Los ejemplos de honestidad, respeto y comunicación en “Heartstopper” nos muestran que el amor puede manifestarse de múltiples formas, siempre y cuando se base en el respeto y el entendimiento mutuo. Es esencial que aprendamos de estas lecciones y trabajemos para construir una sociedad donde todas las formas de amor y amistad se celebren y se respeten.
Como sociedad, debemos aprovechar esta oportunidad para reflexionar sobre cómo podemos inspirar y apoyar a las futuras generaciones para que vivan vidas plenas, libres de violencia y discriminación. “Heartstopper” es más que una serie; es un espejo de la juventud actual, un regalo que nos comparten para mostrarnos el camino hacia relaciones más saludables y sinceras.
Concluyo con una invitación: déjense inspirar por “Heartstopper” y reflexionen sobre cómo cada uno de nosotros puede contribuir a un mundo más inclusivo y amoroso. Porque, al final del día, el amor en todas sus formas es lo que realmente nos une como humanidad.
* Manuel Edmundo Ramos Gutiérrez es presidente de SOS Discriminación Internacional Querétaro, certificado en Psicología Positiva por el Instituto de Ciencias del Bienestar y la Felicidad de la Universidad Tecmilenio. Así como maestro en estudios de género, identidad y ciudadanía por la Universidad de Huelva, España.