Raíces en Cuajinicuilapa
En el corazón de Cuernavaca, Morelos, nos encontramos con Isidro Añorve Sánchez, un hombre que lleva consigo la fuerza de las olas del pacífico de la Costa Chica de Guerrero, donde vio la luz por primera vez en el poblado de Cuajinicuilapa. Las líneas del tiempo han sido trazadas en su piel negra, y sus ojos reflejan la resiliencia y determinación de alguien que ha transformado la adversidad en esperanza.
Desafíos y Discriminación
Isidro, homosexual y cisgénero, ha vivido de cerca la discriminación y la ignorancia. Nos comparte con voz serena pero firme, cómo a los 17 años, la barrera del estigma se alzó frente a él al intentar acceder a una prueba de VIH, tras un acto sexual sin protección. El recuerdo de los comentarios hirientes de una doctora, culpándolo por su orientación sexual, se dibuja en su mente, pero no opaca la luz de sus ojos. “Para mí fue una terrible experiencia, la cual yo quería que nadie más tuviera que pasar.”
Infancia y Familia
Isidro creció entre la tradición y la naturaleza, hijo de Misal Añorve Hernandez, médico veterinario y ganadero, y de Natalia Sánchez Aparicio, enfermera y emprendedora. Cuajinicuilapa, o Cuaji, como le llama con cariño, fue el escenario de una infancia tranquila, donde los días se deslizaban entre el aprendizaje en la escuela primaria y las tardes en el rancho familiar.
Cambio de Rumbo y Nuevos Horizontes
Nos cuenta cómo las enseñanzas de su padre lo preparaban para un futuro en la ganadería, pero el destino tenía otros planes para él. “En ese entonces mi papá no se imaginaba que tiempo después, en busca de una mejor educación yo emigraría a Cuernavaca, Morelos, para ya quedarme a vivir ahí.”
Defensor de los Derechos Humanos
Desde 2012, Isidro se ha erigido como defensor de los derechos humanos de las personas LGBT, logrando hitos significativos como el primer amparo colectivo para matrimonio igualitario en Morelos y la lucha por la identidad jurídica de las personas trans. Su pasión y dedicación le han llevado a recorrer el estado, llevando pruebas de VIH, información verídica y creando espacios seguros para la comunidad.
Encargado de la Dirección de Diversidad Sexual
En reconocimiento a su incansable labor, Isidro ha sido nombrado el encargado de la Dirección de Diversidad Sexual del municipio de Cuernavaca. Desde este puesto, sigue trabajando por la inclusión y los derechos de la comunidad LGBTIQ+ en todos los ámbitos de la sociedad. “Aprendí que la unión es nuestra mayor fortaleza,” reflexiona Isidro, “y el gran reto es mostrar unidad y evitar caer en aquellas trampas de personajes políticos que pretenden dividir para restar fuerza al colectivo.”
Aceptar la Identidad Afrodescendiente
Pero la revelación más profunda y transformadora para Isidro fue aceptar y abrazar su identidad afrodescendiente. “Para mí, asumirme como una persona negra fue como salir del closet por segunda ocasión.” Su historia es un testimonio de valor y autoaceptación, un faro de luz para aquellos que aún buscan su camino.
Reflexiones y Miradas al Futuro
Isidro Añorve Sánchez, ahora con 32 años, ha forjado un camino de luz y esperanza, no sólo para él, sino para toda la comunidad LGBTIQ+. Su anhelo más grande es ver la transversalización de la perspectiva de diversidad sexual en todos los niveles de gobierno y en el poder judicial.
Al finalizar nuestra conversación, Isidro nos deja con una reflexión que resuena en el aire, impregnada de esperanza y determinación: “En este andar de la defensa de los derechos humanos de las personas de la diversidad sexual, me ayudó a poder reencontrarme con mis raíces afrodescendientes. Esto no hubiera sido posible sin antes haber pasado por todos los aprendizajes de derechos de las personas diversas.”
Una Luz Brillante e Inspiradora
Su historia es un recordatorio de que, a pesar de las adversidades, la luz siempre encuentra su camino. Y en el corazón de Cuernavaca, Morelos, Isidro Añorve Sánchez sigue siendo esa luz brillante e inspiradora para muchos.