Por Josué Quino*
A quienes aman “CabaréTito”, y a quienes no tienen idea de lo que en realidad han sido los “Titos”, y lo que han hecho en favor de nuestra comunidad.
Varios amigos, muy queridos, me han estado mandando mensajes, con motivo de la clausura de uno de los cuatro “CabaréTitos”, por presuntas agresiones contra integrantes de la comunidad LGBT.
Por supuesto que estas acusaciones me parecen totalmente absurdas, dado que durante su casi cuarto de siglo de existencia este lugar ha sido punta de lanza (diría que un auténtico parteaguas) en el respeto no sólo a los derechos humanos de dicha comunidad, sino también en el apoyo y la apertura a las manifestaciones emanadas de dicha colectividad. Van, a continuación, algunos botones de muestra.
En mi país de origen (Jarochiland), cuando a alguien le preguntan cuántos años tiene, si uno es originario de allá, responde con toda amabilidad la edad que uno cumplió, inmediatamente seguido por la edad que se va a cumplir. Por ejemplo, yo hoy tengo 64, entrados en 65.
24 años, entrados en 25 digo, cuando me refiero a la edad de un espacio que rompió las reglas establecidas en todas las disco, cantinas, bares y restaurantes que ejercían discriminación, segregación, violencia de género y violación de los derechos humanos.
24 años, entrados en 25 ese espacio abrió sus puertas de par en par a todas las “vestidas”, que tenían prohibido poner un tacón en cualquier espacio de diversión en la Zona Metropolitana y menos aún en la Zona Rosa, y que para permanecer en una cantina, se tenían que ganar su permanencia a grito y navaja.
24 años, entrados en 25, hace que ese mismo espacio abrió las mismas puertas a todas las “machorras”, las “marimachas”, las “traileras”, a sus novias, a sus amigas, a sus primas, cualquier día de la semana, pero en particular los Jueves Lésbicos.
24 años, entrados en 25, de un espacio que apostó por los jóvenes que iban a celebrar su cumpleaños número 18 que entraban a bailar horas y horas y que pedían “una cerveza con cinco popotes, por favor”.
24 años, entrados en 25 de ese espacio que creó la primara radiodifusora web con programas transmitidos en vivo con conductores, temas e invitados abiertamente elegebetianos, a partir del año 2001. Abriendo esa misma radio sus micrófonos para programas universitarios, programas de, con, para y por mujeres feministas y organizaciones no gubernamentales.
24 años, entrados en 25 que por esa misma radiodifusora una vez por semana se emitía el que fuera el primer programa sobre Vih/Sida conducido por un hombre gay viviendo con el virus, también a partir de 2001.
24 años entrados en 25 de haber sido, por mucho, el único espacio de diversión para nuestra comunidad en el que realizamos ocho campañas de información y prevención sobre Vih/Sida, aplicando en sus instalaciones pruebas rápidas de detección, apoyo y seguimiento de los casos reactivos.
24 años, entrados en 25 de que todo su personal, y, en diversas ocasiones, su público asistente, ha recibido charlas respecto al tema de Vih/Sida, y otras ITS, siendo coeditores de siete libros editados y distribuidos en su momento, con estos temas cuando Conasida apoyaba estos proyectos.
24 años, entrados en 25 de que los creadores de ese espacio decidieran “devolverle a la comunidad algo de lo mucho que nos ha dado”, financiando durante 12 años el Centro de Atención Integral para Adolescentes y Jóvenes LGBT de la Ciudad de México. Así, este fue primer sitio donde las y los menores de edad tuvieron su primer sitio seguro para divertirse.
24 años, entrados en 25 de que ese corporativo financiara un espacio “de adultos para adolescentes” donde se llevaban a cabo tardeadas para jóvenes, donde no se permitía fumar y las bebidas eran preparadas con los mismos ingredientes que para los adultos, pero sin una gota de alcohol. A esas tardeadas asistían más de 500 menores de 21 años, y eran esperados a la salida por su familiares sobre avenida Insurgentes a más tardar a las 9 de la noche.
24 años, entrados en 25 de haber creado la primera Prepa Abierta LGBT+ de México “Mártires de la Zona Rosa”, la cual fue clausurada por la delegación Cuauhtémoc.
24 años, entrados en 25 de este sitio que poco a poco se fue convirtiendo en un proyecto social donde se formó el primer grupo juvenil pop con chicos abiertamente gays, y que cantaban en todos los espacios en los que se presentaban una canción especial para la prevención del Vih/Sida dirigida a los adolescentes y jóvenes: Proyecto “G”.
24 años, entrados en 25 de que con base en este proyecto social nombraron a la estrella Belinda como “La Embajadora Juvenil de la Salud Sexual de la Comunidad LGBT”, mencionando en los sitios donde ella se presentaba el mensaje de “Protégete. Protégeme”.
24 años, entrados en 25 de haber co-financiado siete publicaciones con el tema de la información y prevención del Vih/Sida, entre ellos dos cómics que recibieron una mención honorífica por la Secretaría de Salud.
24 años, entrados en 25 que durante seis años consecutivos realizaron “Noviembre: Mes Gay Mexicano”, con la presentación de muchísimos artistas plásticos, fotógrafos, escritores, cantantes, bailarines y obras de teatro y proyección de películas en su cine de Zona Rosa.
24 años, entrados en 25 de que ellos en 2001, presentaron al final de la Marcha del Orgullo, ante un Zócalo lleno, un montaje conmemorando los 100 del Baile de los 41, con un Tito Vasconcelos que arrancó aplausos durante más de cinco minutos.
24 años, entrados en 25 de haber convertido dos de sus espacios en el Bar Stonewall In para celebrar los 40 años de los sucesos que iniciaran la lucha por los Derechos Humanos y Civiles de la Comunidad LGBT+ con la Instalación teatral El día que murió Judy Garland, convirtiendo al público asistente en el público que enfrentó y expulso a la policía esa madrugada del 28 de junio de 1969.
24 años, entrados en 25 de ser el “antro” que comenzó a financiar las Marchas de Orgullo LGBT+ de la Ciudad de México, apoyando con la contratación de los artistas.
24 años, entrados en 25 de haber sido los creadores de “Las Coreo” donde llegaban a bailar 500 jóvenes al mismo tiempo y que eran reconocidas como tal hasta en antros gays de Sidney, Australia, creando varias generaciones que aun hoy bailan las canciones de “Jeans” y el clásico “Go go go” o “Las Campanas”, como se le conocía entre esos maravillosos bailarines.
24 años, entrados en 25 de aquella disco que se convirtiera en un antro que abrió sus puertas y ofreciera obras de teatro especialmente diseñadas para los espacios escénicos que Tito Vasconcelos ha ido creando y luchando por su permanencia, para generar a través del cabaret, una visión comprometida, ácida y crítica sobre los problemas que el país, en general, y la Ciudad de México, en particular, han vivido a lo largo de esto 24 años, entrados en 25 en CabaréTito
Y digo: ¡GRACIAS! Por hacer de la Ciudad de México un hermoso lugar, con diversas opciones de diversión, alegría, crítica social, promotora de salud, cultura y amor.
Mil Gracias por existir CABARETITO 🙏❤️.
