CANBERRA, Australia — Un hombre australiano fue condenado el martes a 12 años y siete meses de prisión por el asesinato en 1988 de un estadounidense que cayó de un acantilado de Sydney conocido como lugar de encuentro entre homosexuales.
En un principio, la muerte del matemático Scott Johnson fue considerada un suicidio, pero su familia presionó para que se investigara más. En 2017, un forense descubrió una serie de agresiones, algunas fatales, en las que las víctimas habían sido atacadas porque se creía que eran homosexuales.
Scott White, de 51 años, se declaró culpable en enero y podría haber sido condenado hasta a cadena perpetua.
La juez Helen Wilson dijo que no consideraba probado, más allá de una duda razonable, de que el asesinato fuera un crimen homófobo, un agravante que habría supuesto una condena más larga. También dijo haber aplicado una sentencia más leve que estaba en vigencia en el estado de Nueva Gales del Sur a finales de la década de 1980.
El reo debe cumplir al menos ocho años y tres meses de prisión antes de optar a libertad condicional.
White tenía 18 años y era indigente cuando conoció a Johnson, de 27 años y nacido en Los Ángeles, en un bar del suburbio de Manly en diciembre de 1988, y fue con él a un acantilado cercano en North Head.
La exesposa de White, Helen White, dijo a la policía en 2019 que su entonces marido había presumido de golpear a hombres homosexuales y había dicho que el único hombre gay bueno y era un hombre gay muerto.
La mujer dijo a la corte el luens que su esposo le había dicho que Johnson había corrido acantilado abajo. Scott White dijo que él era gay y tenía miedo de que su hermano homófobo lo descubriera.
Wilson dijo que no era posible sacar conclusiones más allá de una duda razonable sobre lo ocurrido en lo alto del acantilado.
“El agresor golpeó al doctor Johnson, lo que hizo que tropezara y cayera del borde del acantilado”, dijo la jueza.
Fuera del tribunal, el hermano de la víctima, Steve Johnson, residente en Boston, dio las gracias a la fiscalía y al sistema judicial por asegurarse de que White iba a prisión.
“Esta semana no recibimos compensación por Scott, pero lo que recibió Scott fue dignidad”, dijo a la prensa.
White tenía un historial de crímenes violentos antes y después del asesinato, pero no había cometido ningún delito desde 2008.
“Debe entenderse que la corte no condena a un joven violento e imprudente por un ataque dirigido contra un hombre homosexual”, dijo Wilson.
“Debido al paso del tiempo, el condenado ya no es el mismo joven airado que alzó los puños contra otro al borde de un acantilado. La corte tampoco impone una sentencia por un delito motivado por el odio a un sector concreto de la sociedad. Las pruebas son demasiado endebles para respaldar eso”, añadió la juez.
Una condena por el mismo delito en la actualidad habría sido “mucho mayor”, señaló.
Los abogados de White han apelado su condena y aspiran a que sea absuelto del cargo de asesinato en un juicio con jurado.