El 6 de julio, bajo la penumbra de la noche, las calles de Tlalpan se convirtieron en el escenario de una protesta desgarradora. Un grupo de alrededor de 50 trabajadoras sexuales levantaba su voz por los derechos de su comunidad, y más específicamente, en demanda de justicia por el asesinato de una mujer transgénero, una de las suyas.
La tragedia ocurrió en el hotel local, Condesa, donde fue encontrada sin vida. Los detalles de su muerte aún están bajo investigación, pero se sabe que la víctima ingresó al hotel con un cliente, y fue hallada muerta horas después.
El asesinato de esta mujer transgénero desató un grito de justicia que resonó en las avenidas de Dr. Río de la Loza y Niños Héroes. Las trabajadoras sexuales, cansadas de la violencia y la impunidad, movieron su protesta hasta la Fiscalía capitalina, en la calle Digna Ochoa, demandando una investigación justa y transparente del caso.
Durante las dos horas que duró la protesta, las manifestantes estuvieron acompañadas por la presencia de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, cuyo papel fue resguardar la zona y mantener el tránsito vehicular fluido.
A pesar de la conclusión de la protesta y la reapertura de las calles, la lucha por la justicia y la verdad en este caso continúa. Estas valientes mujeres, en su dolor y resiliencia, no descansarán hasta que se esclarezca la muerte de su compañera y se sirva la justicia.
Hoy, las calles de Tlalpan pueden parecer silenciosas, pero el eco de su lucha resuena. “Las voces de las trabajadoras sexuales de Tlalpan siguen clamando por justicia.”
