Por Elena Chávez González *
El siguiente es el testimonio de un eterno luchador social por los derechos de la diversidad sexual. David Sánchez Camacho, experredista, tuvo tres grandes desencuentros con Andrés Manuel López Obrador. Quizá el más grave fue oponerse a darle al tabasqueño, 25 mil pesos mensuales que éste pidió como “moche” por supuestamente haber ayudado a los legisladores, en 2006, a llegar a sus curules.
Antes que todo, Sánchez Camacho me explicó las cuatro grandes diferencias entre él y López Obrador:
Somos diferentes porque mientras él ha vivido del sistema yo vengo de abajo; mientras él terminó una carrera con beca gubernamental, yo tuve que trabajar y estudiar, desde los 8 años, para conseguir terminar mis estudios de licenciatura, mientras yo marchaba con mis hermanos contra el régimen autoritario, corrupto y represor de los años 60s y 70s, López Obrador pertenecía a ese régimen y hasta le componía un himno a su partido (PRI). Mientras yo sigo luchando para que la gente no venda su dignidad por una despensa o por algún apoyo gubernamental, Andrés se esfuerza en comprar la dignidad de la gente con su política social” Andrés apoyó a Salinas, pero cuando no le dieron la candidatura a gobernador de su Estado se fue al Frente Democrático Nacional, que después sería el PRD.
¿Por qué Sánchez Camacho nunca apoyó a Andrés Manuel e, incluso, hizo pública la exigencia del “moche” que éste les pidió a él y a todos los legisladores del PRD (2006-2009)?, porque el tabasqueño inició en el partido con una política clientelar, siempre apoyado por René Bejarano, quien vendía entre los más pobres de su organización los desayunos escolares del DIF que Marcelo Ebrard, siendo secretario de gobierno de la regencia de Manuel Camacho Solís, les regalaba. Su negativa a convertir al PRD en un partido clientelar, como finalmente terminó, lo llevó al primer enfrentamiento con Andrés, pues el día que éste rindió protesta como presidente del PRD en 1996, David Sánchez se presentó con cinco pancartas que decían: “No al clientelismo en PRD” y “No a prácticas priistas en el PRD” “no a la compra de votos con desayunos del DIF” lo que generó un mal día para el tabasqueño, quien, a decir del experredista, utiliza la pobreza de la gente para uso electoral.
David me contó también que un día en su casa, siendo un niño de apenas 7 años, vio llegar muy angustiada a su madre porque le habían dicho que si no votaban por el PRI les quitarían el apoyo para leche, ¿les suena eso?, he escuchado de muchos adultos mayores ese temor y he visto la cantidad de grupos clientelares en los que se apoya el presidente para no perder poder, pero siempre a costa de la necesidad, Andrés Manuel no quiere a los pobres, él los usa.
El segundo enfrentamiento con López Obrador ocurrió cuando David Sánchez fue legislador local, en 1998, y organizó el Primer Foro de Diversidad Sexual y Derechos Humanos, los días 12, 13 y 14 de mayo de 1998, que causó un gran revuelo entre la jerarquía católica y los defensores de pro vida. En esa ocasión, Andrés Manuel, entonces presidente nacional del PRD, le mandó decir: “que cancelara el Foro, que no por los pinches putos el partido iba a perder votos”. El foro se llevó a cabo luego que Sánchez Camacho consultó a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, entonces jefe de gobierno del Distrito Federal, quien le dijo “Tú eres el legislador, no Andrés Manuel ni yo”, y que su tarea era muy clara, legislar. El día del evento Cárdenas Solórzano envió en su representación a Clara Jusidman, entonces secretaria de Educación Salud y Desarrollo Social. Por supuesto el tabasqueño no volvió a hablar, para nada, con David Sánchez, a quien solo lo apoyaron, al interior del partido, Amalia García y Jesús Ortega.
El tercer desencuentro reconfirma el modus operandi del presidente. El hecho ocurrió en el 2006, cuando Andrés Manuel mandó citar a los 26 senadores y 127 diputados federales que habían ganado en las elecciones del 2 de julio de ese año. Para empezar, a todos los asistentes les advirtieron que ellos no podrían hablar, que solo lo haría López Obrador. La charla fue breve porque lo único que trataron fue el “moche” que le tenían que dar, segú AMLO, por haberlos impulsado a ganar la diputación o la senaduría, según era el caso. Cada legislador tenía que donarle de manera voluntaria a López Obrador, una cantidad mensual de apoyo económico de su dieta para financiar su movimiento. Después de esa reunión no se volvió a decir nada, hasta el mes de septiembre en el que se pagó la primera mensualidad de la dieta a la que se tiene derecho, que les llegó el primer descuento de 25 mil pesos,. Molesto, David fue a aclarar con el encargado de administración, que él no había autorizado otorgar una “aportación voluntaria”, por lo que la siguiente mes recibió su cheque de dieta íntegro, pero también varias amenazas de muerte. Ese primer mes, López Obrador recibió un “moche”, nada despreciable, de 3 millones 825 mil pesos producto de las dietas de los legisladores.
Sánchez Camacho, defensor de los derechos de la diversidad sexual desconoce si alguien más se negó a dar el “moche”, pero si no fue así el presidente recibía mensualmente en ese entonces, de senadores y de diputados federales, 7 millones 650 mil pesos mensuales, que, multiplicado por tres años de la administración de un legislador, nos da un total de 275 millones 400 mil pesos.
David tiene la teoría de que el PRI vió a Andrés Manuel como un egocentrista manipulador, corrupto que solo quería enaltecerse a él mismo y no a su partido el PRI y por eso no le permitieron que llegara a ser el candidato de ese partido al gobierno del Estado de Tabasco. Al no conseguir la candidatura del PRI a gobernador de su Estado fue cuando se acercó al Frente Demócratico Nacional y al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas para que lo impulsarán como candidato a gobernador de Tabasco, a quien luego traicionó. Por supuesto, en esa elección de noviembre 1988 Andrés perdió contra Salvador Meme Castillo. En 1994 volvió a competir para la gobernatura de Tabasco, ahora contra Roberto Madrazo y volvió a perder, a quien odia tanto como a Felipe Calderón, quien le ganó en las elecciones presidenciales de 2006.
López Obrador, dijo, no cubría los requisitos para ser candidato a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México y Rosario Robles lo apoyó mucho para que lo lograra. Para el perredista, quien sigue en la lucha por derechos igualitarios para la comunidad LGBTT, el tabasqueño es un hombre traicionero que pasará a la historia como el presidente más mentiroso y corrupto de México
Los Chuchos (Jesús Zambrano y Jesús Ortega) se equivocaron al no haberle puesto un alto, yo creo que, en algún momento de la historia, junto con las otras corrientes, tendrán que dar cuentas porque no lo detuvieron y tuvieron en su momento la fuerza para hacerlo.
-¿Qué le diría a Andrés Manuel si lo tuviera enfrente?, le pregunté.
– ¡Traidor!, traicionaste a la izquierda, al movimiento de 1988 y al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, eres un mentiroso, has llegado al poder con mentiras y eres un ladrón, corrupto. Pasarás a la historia como el presidente más mentiroso que ha tenido México en toda su historia, como el destructor de instituciones.
Sánchez Camacho concluye que López Obrador es homofóbico y está enfermo de poder y eso lo hace más peligroso que Carlos Salinas de Gortari, Gustavo Díaz Ordaz o Luis Echeverría Álvarez, por lo que espera que algún día sea juzgado, incluso, por crímenes de lesa humanidad.
* Autora de los libros #ReyDelCash y #ElGranCorruptor
