Por Antonio Medina *
A 35 años de su fundación y en vísperas de una jornada electoral que renovará la Presidencia de la República, el Senado, la Cámara de Diputados, la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, nueve gubernaturas, entre otros cargos de representación popular, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) celebra ser la opción política que defiende los derechos y libertades de todas las personas.
Con o sin procesos electorales en puerta, el PRD no ha dejado de impulsar una agenda política inclusiva que lo identifica como una izquierda socialdemócrata siempre dispuesta a escuchar y dar cabida a las demandas de los movimientos sociales que le dieron origen.
Las aportaciones del Sol Azteca al proceso de transformación democrática son innegables. Las acciones gubernamentales, políticas y legislativas del PRD han sido decisivas para transitar hacia un México más respetuoso de su diversidad, de su pluralidad y de sus diferencias.
Durante siete lustros, junto con la sociedad civil organizada el PRD ha empujado una ola civilizatoria de respeto a los derechos humanos de todas y cada una de las personas, sin importar su orientación sexual o identidad de género, consolidándose así como una opción y fuerza política libertaria y progresista.
Desde su fundación, el PRD ha abanderado las causas de las poblaciones LGBTI+. Hizo suyo el reclamo de reconocer el matrimonio igualitario, por lo que en 2009 propuso y aprobó modificaciones al Código Civil de la Ciudad de México, hecho que detonó este derecho en todo el país.
En estos 35 años, siempre al lado de la sociedad civil, ha trabajado para que las personas trans ejerzan plenamente sus derechos y dejen atrás el rechazo institucional y la exclusión social de la que han sido objeto durante muchos años.
En 2008, en la Ciudad de México, el perredismo logró que se reconociera la identidad de género de las personas trans, lo que actualmente es una realidad en 22 entidades, sin olvidar que en 2017, propuso en el Instituto Nacional Electoral la creación de un protocolo para garantizar el derecho al voto de estas poblaciones, mismo que entró en vigor en las elecciones de 2018, aunado a que fue pionero en tipificar los crímenes de odio.
Con orgullo, el PRD se asume como una fuerza política y social de izquierda que luchó por la transición democrática en un momento histórico en que los derechos civiles y políticos de las y los mexicanos no se respetaban.
Sin cortapisas, el Sol Azteca participó en la reforma constitucional de 2011 que estableció la obligatoriedad para todos los poderes públicos de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos.
Ahora, en un escenario nacional en la que el régimen autoritario del presidente López Obrador, quebrantando toda legalidad, puso en marcha todo el poder del Estado en favor de su candidata presidencial, se advierte el peligro que enfrentan los derechos y libertades conquistadas tras largos años de lucha.
A un mes de la jornada electoral más importante de los últimos años, y en su 35 aniversario, el PRD señala que votar por Xóchitl Gálvez para la Presidencia de la República; por Santiago Taboada para la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, y por las y los candidatos de la coalición PAN, PRI PRD, equivale a salvar a México del autoritarismo y de la regresión democrática que lo amenazan.
* Director Nacional de Diversidad Sexual del PRD. @antoniomedina41