Por Fabiola Díaz de León @escdesenoritas
En materia de derechos reproductivos y atención a la salud la diversidad tiene necesidades muy particulares. La familia es un derecho humano inalienable asi como la salud integral y es importante que en la agenda se consideren todas las posibilidades que pueden presentarse. Toda persona gestante debe y tiene ya el derecho a decidir. La Suprema Corte de Justicia de la Nación ya falló a favor de la Interrupción Legal del Embarazo.
Los gobiernos locales tienen que armonizar sus códigos, artículos y estatutos vigentes para enfrentar esta realidad. De la misma forma que una persona puede querer terminar un embarazo otra puede querer preñarse o, en su defecto, acudir a métodos de reproducción asistida para formar familias de todo tipo. Lesbomaternales, homoparentales, transparentales… las combinaciones son infinitas.
La criminalización del aborto solo ha generado desigualdad y atropellos a los derechos humanos de quienes han sido penalizados. La derecha y los fundamentalismos religiosos no son dados a la defensa de los derechos humanos. No entienden que un derecho no es una imposición ni una regla general, que es una medida para quienes lo requieren y no estan sujetos a debates ni aprobación social. Los DDHH son una realidad y nos competen a todxs. El estado tiene la obligación de velar porque todos los integrantes de su ciudadanía y personas residentes o turistas gocen de ellos sin excepción.
El embarazo en infancias, adolescencias y grupos vulnerables responde a un delito de abuso, hay que penalizar al responsable no a la víctima. El embarazo no deseado, producto de una violación o que atenta contra la vida de la persona que gesta no da pie a que la moral se involucre. Lxs productos no deseados no gozan de derechos antes de las 12 semanas de gestación, no son fetos, son cigotos. No son bebés, podrían llegar a serlo, pero no lo son todavía.
Los métodos anticonceptivos pueden fallar, el sexo no obliga a nadie a adoptar responsabilidades de por vida. El mejor método anticonceptivo lo tuvieron Adán y su o sus esposa/s en el paraíso. Ahí cogían como conejos y nunca hubo un parto hasta que no fueron expulsados del edén. Esto descalifica la prohibición de las religiones monoteístas sobre los métodos anticonceptivos. En el paraíso no había familia, había pareja, y no siempre congeniaban bien.
El patriarcado considera a los hijos como patrimonio del padre, mismo que muchas veces no es ni siquiera presente ni pretende colaborar en la crianza, muchas otras sí. La paternidad y la maternidad en la diversidad es muy variada.
La sexualidad es cambiante y las posibilidades actuales de tener descendencia son muchísimas. El estado mantiene la prohibición de adoptar hijxs a parejas homosexuales o a personas de la diversidad. Los hombres trans son gestantes, algunas personas no binaries también, las mujeres trans no dentro de mucho podrán tener hijxs también, los procedimientos para ello ya están avanzando, un trasplantede un útero y ovarios probados, se fecunda y se tiene por cesárea, se puede usar semen cultivado de la misma madre o no. Las personas gestantes están abriendo un abanico de posibilidades infinitas y cada vez las limitantes son menores.
El derecho a decidir sobre nuestro propio cuerpo y la forma de familia que queremos formar van de la mano. Un aplauso para Baja California que ha despenalizado el aborto y que siga el resto de la república su gran ejemplo. Así lo dicta la ley y asi debemos acatarla por completo.