Por Antonio Medina @antoniomedina41
Transgresoras y desafiantes a las realidades tradicionales construidas por un sistema heteropatriarcal y misógino, las maternidades de la diversidad sexual resignifican el placer, la sexualidad, el embarazo, el parto y la crianza que ejercen las mujeres en una sociedad que históricamente ha controlado sus cuerpos.
Inmersas en el movimiento libertario del feminismo y fuera de la heteronormatividad, las madres lesbianas, bisexuales y transgénero rompen tabúes y reivindican la multiplicidad de vivir esta experiencia. Precisamente ha sido la lucha LGBTTTI la que ha mostrado que cuerpos no apegados a las normas de lo femenino tienen la capacidad de engendrar, parir y criar.
Por ello, en este 10 de mayo, fecha en que se conmemora el Día de las Madres, la Dirección Nacional de Diversidad Sexual del Partido de la Revolución Democrática (PRD), reconoce la lucha legal, política, social y cultural de las mujeres que ejercen la maternidad fuera de los roles tradicionalmente impuestos.
No obstante las libertades logradas por la diversidad sexual, y a las que el PRD ha contribuido indiscutiblemente, en su vida cotidiana las madres lesbianas, bisexuales y transgénero aún enfrentan discriminación jurídica, médica, social, legal y cultural, por lo que es necesario erradicar los prejuicios que rodean y excluyen a las maternidades diversas.
El pleno ejercicio de los derechos de estas maternidades implica reconocer constitucionalmente el matrimonio igualitario y la identidad de género de las personas trans.
En ese sentido, saludamos el paso dado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación que en septiembre de 2021 declaró inconstitucional la criminalización total del aborto, a la vez que garantizó el derecho de las mujeres y personas gestantes a decidir sobre sus cuerpos, sin enfrentar consecuencias penales.
Reconocemos también la iniciativa presentada por el Grupo Parlamentario del PRD en la Cámara de Diputados, que a través de su vicecoordinadora Elizabeth Pérez y del legislador Héctor Chávez, logró su aprobación para modificar el artículo 63 del Código Penal Federal para tipificar el feminicidio en grado de tentativa, pues la violencia feminicida que azota al país cobra la vida de miles de mujeres, muchas de ellas madres de familia del colectivo LGBTTTI, cuyos crímenes, al permanecer en la impunidad y la invisibilidad, perpetúan la criminalidad y la injusticia.