Por Alaín Pinzón
El Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/sida (CENSIDA), hace algunos días echó a andar el “Plan Nacional de Eliminación de la Hepatitis C”. Según datos del CENSIDA, 4 de cada 1,000 personas viven con el virus de la Hepatitis C. La mayoría de las personas no presentan síntomas de la enfermedad hasta que se encuentra en estado avanzado. El diagnóstico oportuno y el acceso al tratamiento permiten curar esta enfermedad.
De las cosas positivas que se están realizando desde el CENSIDA es este Plan Nacional. Una novedosa propuesta que permite observar que el trabajo interinstitucional en México es posible. Durante muchos años en medio de la fragmentación del sistema de salud mexicano, las personas no podían acceder a una atención de este tipo.
Este esfuerzo me lleva a preguntar cuál es la disposición del CENSIDA y de su directora la Dra. Alethse de la Torre para replicar el mismo modelo de atención en las personas con VIH. Porque en medio de la pandemia de la COVID-19, que sigue causando muertes, contagios y la vida de este país detenida, nos encontramos con que el mayor desafío para las personas con VIH es la continuidad de su tratamiento.
La continuidad del tratamiento en un país en donde se tienen diferentes sistemas de salud y pocas posibilidades de acceder a una sola plataforma de atención. Es casi como un milagro que apenas en 2020 se estén homologando los esquemas de tratamiento antirretroviral en las tres instituciones de salud que concentran el mayor número de personas afiliadas.
Si se pudo hacer para implementar un Plan Nacional de Eliminación de la Hepatitis C, ¿Cuándo se hará para el VIH? ¿Cuánto tiempo necesitamos para que las autoridades en materia de salud se pongan de una vez por todas de acuerdo para implementar una sola plataforma que concentre a todas las personas con VIH? ¿Cuántas vidas están dispuestas a perder las autoridades de las instituciones de salud, antes de realmente hacer algo por las personas con VIH en México?
La epidemia de VIH lleva más de 30 años, y las instituciones de Salud en México aún no se logran poner de acuerdo para su atención. Celebro el gran paso que están dando en la posible erradicación de la Hepatitis C, la forma en la que se presenta la posible solución es decir de forma interinstitucional, sin importar en donde reciba la atención la persona, podrá tener acceso a la cura.
Para aquellas personas que tienen un diagnóstico positivo de Hepatitis C, sepan que existe en este momento un programa gratuito de atención. La Hepatitis C es curable y ahora tenemos en México la oportunidad de erradicarla. Manden un correo a [email protected] o a las redes sociales del Consejo Ciudadano para VIH e ITS de la Ciudad de México en donde podremos darles canalización y seguimiento directo a los casos. Nicole Finkelstein de AHF y su servidor, se han integrado recientemente al Observatorio Nacional de Hepatitis C en México, desde donde estaremos informando los avances de este importante esfuerzo.
