Primero de diciembre, Día Mundial de la Lucha contra el Sida en la nueva normalidad

Por Ricardo Hernández Forcada

La normalidad es un concepto básicamente estadístico que ha sido llevado a otros órdenes del conocimiento. Se habla de la normalización de ciertas conductas, cuando estas pasan por la norma cuando en realidad son construcciones sociales. Así está ocurriendo con la nueva normalidad a la que nos orilla la pandemia del COVID-19. Tenemos que usar mucho la creatividad para imaginar nuestra vida con un virus que parece haber llegado para convivir con nosotros todavía por varios meses o incluso años.

Este año conmemoramos el Día Mundial de la Lucha contra el Sida en condiciones inéditas, no sólo porque los actos que se celebraron a propósito fueron virtuales o por la sana distancia y medidas de higiene que formaron parte del protocolo de los presenciales, sino ante todo por todos los retos que el Coronavirus SARS-CoV-2 trae a la respuesta al VIH.

De acuerdo con el Enfoque de acción acelerada para poner fin a la epidemia de SIDA para 2030, la prevención está centrada en el diagnóstico oportuno. En nuestro país cada año se diagnostican más de 17 mil casos nuevos, cerca de la mitad de ellos en etapa avanzada, y sigue provocando en promedio cinco mil defunciones por año. Tenemos un acumulado de 312 mil 954 casos de VIH desde 1983 al 30 de noviembre de este año.

¿Cómo fortalecer la detección oportuna en el contexto de la pandemia por coronavirus? En esta circunstancia de nueva normalidad las instituciones públicas de salud tomaron medidas para favorecer que las personas acudan lo menos posible a las unidades de atención médica, para proteger a la población de la exposición al virus, máxime en aquellos hospitales dedicados a la atención de pacientes de COVID-19. Esto plantea un dilema, ¿cómo atraer a la población a hacerse la prueba si estamos desincentivando que acuda?

Las instituciones suelen tener un modelo en la atención de la salud muy reactivo. El paradigma preventivo aún no ha se vuelto tan operativo como se necesita. Se espera a que las personas acudan a ellas. En el caso del VIH la percepción de riesgo no es evidente, los períodos asintomáticos pueden ser de hasta diez años, por lo que se requiere de estrategias de difusión de la información científica y laica, para que las personas identifiquen si han estado en una exposición potencial al virus.

En el IMSS se aplican alrededor de un millón 330 mil pruebas rápidas por año, de las cuales un millón 300 mil se aplican a mujeres embarazadas, lo cual ha traído como consecuencia un altísimo éxito en que los niños y las niñas nacidos en las Unidades del Instituto no nazcan con VIH desde que es obligatorio ofrecer la prueba a toda mujer embarazada por norma desde 2010.

Las otras 30 mil pruebas se aplican en el resto de la población, en general esto ocurre si el médico familiar o el especialista identifica un cuadro clínico o un factor de riesgo o si la persona la solicita en los módulos PRVENIMSS.

Son pocas para el reto de detección que tenemos en donde una de cada cuatro personas que vive con VIH aún no lo sabe. Por ello el Instituto está previendo la adquisición de más pruebas rápidas para más poblaciones como parte de su programa de mejora a la atención del VIH, conforme al Programa Sectorial de Salud 2019-2024 y al Programa Institucional del Instituto Mexicano del Seguro Social que destaca en su objetivo prioritario 2 “Garantizar la calidad y cobertura de los servicios y prestaciones institucionales, privilegiando la prevención de enfermedades y la promoción de la salud. “

Los Centros Ambulatorios para la Prevención y Atención del sida y otras infecciones de transmisión sexual (Capasits) y destacadamente la Clínica de especialidades Condesa de la Ciudad de México, han tenido estrategias más focalizadas en las poblaciones mayormente afectadas, sobre todo haciendo sinergia con la sociedad civil.

Es en este contexto que el IMSS ha dado a conocer acciones para enfrentar las principales dificultades que tenemos en relación con el VIH.

Cito el comunicado: 

http://www.imss.gob.mx/prensa/archivo/202012/809

“Como primer punto, indicó que se trabaja en un Programa de trato igualitario y no discriminación que será aplicable en todas las unidades del IMSS, para que las y los derechohabientes que viven con VIH “puedan acudir a realizarse la prueba o recibir tratamiento sin temor a ser discriminados o estigmatizados”; agregó que las y los pacientes tienen en el IMSS a un aliado.

“La segunda acción es el aumento del surtimiento oportuno de recetas este año; se lanzará una nueva versión de la Plataforma Interactiva VIH-IMSS, que permitirá conocer con apenas un par de días de retraso, las recetas no surtidas por clave de medicamento, por unidad médica e incluso, por folio de receta no surtida.

“Como tercera acción, Zoé Robledo detalló la implementación de métodos de prevención exitosos, como las terapias de Profilaxis pre Exposición, mejor conocida como PrEP, la cual arrancará el próximo 15 de diciembre con el primer piloto en el Seguro Social; esta terapia ha demostrado ampliamente su efectividad como política para prevenir la trasmisión de VIH en todo el mundo.

“El titular del IMSS expuso que la cuarta acción es el avance para que el tratamiento por VIH sea abordado desde una perspectiva sectorial, bajo la coordinación de las instancias creadas para tal efecto: Conasida y Censida”.

Aquí el video del  anuncio: https://twitter.com/zoerobledo/status/1333781986511613952?s=24

El lema para esta conmemoración propuesto por ONUSIDA para este año 2020, es “Solidaridad mundial responsabilidad compartida”. Ambas pandemias, la del VIH y la Covid-19 nos urgen a tomar acciones en que la suerte de todos está en las manos de cada uno y la virtud de la solidaridad es la clave.

Post Author: anodis