Por Genaro Lozano
El nuevo coronavirus humano ha causado un daño enorme a la protesta en el mundo y varios movimientos sociales buscan cómo incidir sin la posibilidad de salir a las calles. Para el movimiento LGBT, junio es el llamado mes del orgullo y el sábado pasado se celebró el día internacional del orgullo de forma inusual. La pandemia obligó al movimiento LGBT a innovar en el repertorio de la protesta y a convocar a marchas virtuales de la mano de una nueva generación de liderazgos que hizo de la crisis una oportunidad para salvar la marcha 2020 en la Ciudad de México y en otras latitudes.
La organización de la marcha siempre trae divisiones y pleitos entre las y los activistas LGBT. Grillas por ver quién figura, peleas por quién tomará el micrófono y tendrá presencia en el templete, desacuerdos sobre si las autoridades deben o no ser invitadas, desencuentros por la presencia de carros alegóricos de partidos políticos, diferencias en torno a si hay demasiadas marcas en la marcha o si los carros de los antros deben ir en la vanguardia o en la retaguardia. En fin, toda una serie de problemas que incluso llevaron a que un año secuestraran la cuenta oficial de twitter de la marcha y se tuviese que empezar de cero a nutrirla. Por ello, son pocos y pocas las valientes que deciden meterse a la organización de la NaviGay (la navidad gay por hacerle referencia al evento más importante del año para el movimiento). El año pasado la organización se dividió y el evento político quedó empañado por el mercantilismo de las marcas, por ejemplo.
La irrupción de la Covid-19 obligó al movimiento a pensar cómo relucir el orgullo sin poner en riesgo a las poblaciones LGBT y a las personas aliadas que siempre nos acompañan en las calles. Reforma se convirtió desde hace décadas en el epicentro de la protesta y para el movimiento LGBT mexicano es el lugar donde literal ponemos lo marginal en el centro cada año. Este 2020, las y los activistas que tomaron el relevo del Comité Incluye T (el comité oficial que organiza la marcha anualmente) decidieron responsablemente cancelar la protesta presencial e idear una virtual, usando las plataformas digitales y haciendo mancuerna con la tele pública y con YouTube para su difusión. Canal Once cumplió su misión de ser de utilidad pública y puso una gran producción para 10 horas ininterrumpidas de transmisión de la 42 marcha del orgullo de la CDMX, esta vez inscribiendo un nuevo capítulo en la historia del movimiento al ampliar el repertorio de la protesta y hacerla de manera virtual.
Los mensajes de las autoridades como la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, la presidenta del Copred, Geraldina González de la Vega, la senadora Patricia Mercado, las diputadas Celeste Ascensio y Lucía Riojas, así como la subsecretaria Martha Delgado mostraron que hoy tenemos a personas aliadas en todos los niveles de gobierno y en casi todos los partidos políticos. A esos mensajes siguió el de la célebre Thalía, con un mensaje que sorprendió por lo poderoso de su narrativa al alzar la voz para pedir el fin de las terapias de conversión, el alto a los crímenes de odio, la discriminación laboral, entre otros. Y el mensaje de las y los organizadores del Comité Incluye T fue el momento político más importante de la marcha. El reclamo de que no debe haber retrocesos a los derechos en la capital del país, la demanda de que en los estados deben homologarse los derechos, la exigencia de reconocer a las familias diversas y a las infancias y adolescencias trans, el respaldo a Conapred y Copred. Este año el orgullo permanece y de la mano de Mario, Alehlí, Kenlly, Aurelién, Natalia, Tania tuvimos de las mejores marchas virtuales del mundo con más de 400 mil reproducciones en YouTube. Volveremos a salir, volveremos a ondear las banderas del orgullo y seguiremos exigiendo derechos para todas las familias, todas las identidades, todas las personas. Ninguna pandemia detendrá la resiliencia del movimiento LGBT mexicano y global.
Fuente: https://www.reforma.com/orgullo-virtual-2020-06-30/op183003
