‘La madre del blues’ y su himno lésbico de 1928

Nacida Gertrude Pridgett el 26 de abril de 1886, en Columbus, Georgia, Ma Rainey, apodada ‘La madre del blues’ se convirtió en la primera artista teatral popular en incorporar el blues auténtico en su repertorio. Durante las primeras tres décadas del siglo XX fue la reina absoluta del espectáculo, acompañada de otras grandes divas como Bessie Smith, ‘La emperatriz del Blues’ (mi familia real favorita).

Precisamente Bessie Smith fue quien le dio una oportunidad para saltar a los grandes escenarios, algo que ya había hecho la propia Ma Rainey cuando Smith era solamente una aspirante de 14 años y ella ya contaba con algo de experiencia, y los rumores de una relación entre las dos mujeres surgieron y recorrieron las bambalinas de los teatros de la época.

Ambas mujeres estuvieron casadas con hombres, pero por lo general se acepta que ambas mantuvieron también relaciones con mujeres. De Bessie se cuenta que iba a ‘buffet flats’, fiestas sexuales en las que se vivían las relaciones entre personas del mismo género con naturalidad. Y el poso lésbico de las letras de Ma Rainey es innegable.

En 1928 lanzó Prove It on Me Blues, una canción en la que deja claro que a ella le gustan las mujeres.

Salimos anoche, tuvimos una gran pelea
Todo parecía ir mal
Levanté la vista y para mi sorpresa
La chica con la que estaba se había ido
Donde fue ella, no lo sé
Yo quería seguirla a donde quiera que fuera
Mis amigos me dicen que estoy torcida, Yo no sé de donde lo sacan
Quiero que el mundo entero lo sepa
Dicen que lo hago, nadie me ha pillado
Seguro tengo que demostrarlo en mí
Salí anoche con muchos de mis amigos
Deben haber sido mujeres, porque no me gustan los hombres
Es verdad que llevo un cuello y una corbata
Hace soplar el viento todo el tiempo
No dices que lo hago, nadie me ha pillado
Seguro que debes probarlo en mi“.

No es esta la única canción en la que los guiños (qué guiños, las luces de neón) croquetas hacen su aparición, porque es una constante en su repertorio. Ma Rainey dejó los escenarios en 1935, y falleció cuatro años después. Su legado fue enorme, ya que influenció a multitud de artistas de blues, y a muchísimos poetas afroamericanos como Langston Hughes y Sterling Brown.

Fuente: Hay una lesbiana en mi sopa

Post Author: anodis