¡La democracia no se vende al mercado!

Por Daniela Muñoz Jiménez

Querides lectores, esta primera columna del 2021 no me dirijo sólo a la diversidad sexual, sino a la diversidad humana, recordando con gratitud un año que sólo sucede una o dos veces por generación; un año que como especie hemos logrado lo que en décadas anteriores no pudimos; hemos logrado cambios en la cultura, y eso es lo que cambia a la sociedad y al país, no la política. “La política ha hecho la constitución, pero el pueblo hacemos la cultura, y la cultura dirige al país”. 

Aprendimos, por suerte, que “la ley de la muerte es inexorable, y la manera de enfrentarla es el amor, un amor colectivo que nos hace soñar con una sociedad nueva; pero una sociedad nueva tendrá que empezar por cambiar la cultura o no será nunca una sociedad nueva”. 

Sólo acabó un año y nada más, los retos en el mundo siguen estando allí por todos lados; el 2020 nos hizo entender que los problemas de la humanidad no se resuelven si se desentienden por nacionalismos, no hay vulnerables o marginadxs de África o de América latina, hay vulnerables y marginadxs de nosotrxs, porque somos una misma humanidad arriba de una misma tierra, tenemos que entender que las fronteras entre países sólo sirven para dar identidad e historia, no para eximirnos de lo que pasa afuera de nuestros límites nacionales, porque es una misma tierra en la que estamos todxs arriba, como una misma especie sin distinciones, pero muy diversa, y eso es lo que nos une, la igualdad y la diversidad que tenemos y que nos atraviesa como humanxs a todxs. 

Por eso, los problemas se van a resolver cuando los tomemos como propios, de todos, de la humanidad, no de una nación o de otra. Los problemas los vamos a resolver juntxs, porque si no estamos juntxs estaremos vencidxs. 

Pero además, necesitamos de una política madura que permita la existencia de la democracia, una política que en vez de juntar poder, lo reparta, porque sólo así hay igualdad. No es posible hacer política sin no hay una filosofía clara que le sirva de base, y la filosofía del amor a la vida es la que debe adoptar, porque es cuidar lo que tenemos para lxs que vienen, asegurando siempre la libertad de conciencia, garantizándola a las generaciones que siguen, y quizá así, y sólo con una Política así, podrían mejorar las cosas. Pero estamos lejos de eso cuando tenemos Estados que trabajan por intereses propios y no por una verdadera democracia.

¿Cuando sabemos que un pueblo no vive la democracia? Cuando no hay igualdad ni equidad y lo que hay en vez de eso es una pobreza que duele. La democracia no pretende pueblos homogéneos de riqueza, porque eso es imposible, la democracia pretende un pueblo diverso pero sin desigualdades inhumanas, tan profundas que resultan patológicas e insostenibles. La democracia no está en contra de la Diversidad Económica, pero eso no significa ni justifica que deba haber pobreza. La Democracia es armonizar la Diversidad Económica sin crear diferencias que duelan, sin crear pobreza. 

“La democracia es repartir poder, porque el poder bien repartido es combatir la desigualdad”

Pero el Estado poco se preocupa por ciertos puntos, como la diversidad, porque es una empresa y las empresas se rigen por el mercado y al mercado le interesa que gastes, y como los Estados también son grandes empresas, también se rigen por el mercado. ¡Por eso, a los Estados y al mercado no les interesa un pueblo que sepa y que conozca, les interesa un pueblo que gaste y que obedezca!

Por eso, saber y conocer te da las herramientas para darte cuenta que lo importante en la vida no se obtiene gastando, porque no se compra. La vida se aprovecha con la felicidad, la libertad, lxs amigxs, hijxs, familia, comunidad y eso no se obtiene gastando ni consumiendo, se obtiene invirtiendo el tiempo en cultivar eso, cultivar amistades, felicidad, libertad y paz. Pero al Estado y al mercado les importa más que gastes tu vida consumiendo tu libertad, que invirtiéndola en ser feliz. 

Consumimos desesperadamente para demostrar que tenemos mucho, pero sólo demostramos que nunca nos llenamos, porque siempre nos falta mucho, y nos falta mucho porque nos han hecho sentir vacíxs. 

Debemos entender que sólo cuando damos, demostramos que tenemos, no cuando consumimos, porque cuando damos es porque no nos falta, y no nos falta porque no sentimos ningún vacío. 

Debemos entender que !el derecho a la propiedad no es para acumular, es para poder tener para después poder dar! Porque si realmente amas la vida, no vas a trabajar para ti, vas a trabajar para asegurar la vida en general.

Post Author: anodis