Incómoda la Iglesia mexicana, ante Francisco por homosexuales

Por Bernardo Barranco

La comunidad internacional se ha conmocionado con las palabras del Papa en favor de las uniones civiles entre personas del mismo sexo. Las polémicas se han desencadenado en todo el mundo. Hasta el estreno del documental “Francesco” ha sido sujeto de controversias al surgir evidencias de que el propio Vaticano censuró al Papa este posicionamiento editado del video original.

El cardenal Raymond Burke, opositor acérrimo de Francisco, dijo que las declaraciones del Papa carecían de “peso magisterial”, y expresó preocupación de que semejantes opiniones personales “generen gran desconcierto y sean causa de confusión y error entre los fieles católicos”.

La razón: la Iglesia arrastra una histórica actitud homofóbica. La Iglesia mexicana está a la cabeza. Le invito a recordar: el martes 17 de mayo de 2016, el entonces presidente Enrique Peña firmó una iniciativa de ley para reformar el Artículo 4 Constitucional e incorporar el criterio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de reconocer como un derecho humano que las personas puedan contraer matrimonio sin discriminación por motivos de origen étnico o nacional, de discapacidades, de condición social, de condiciones de salud, de religión, de género, o preferencias sexuales.

Inmediatamente, la Iglesia católica reacciona. En especial la Arquidiócesis de México, despliega una actitud agresiva que contrastaba ya con la actitud de Francisco, más misericordiosa hacia los homosexuales. El cardenal Rivera, en sus homilías como el semanario Desde la Fe, cuestionaron duramente al presidente de la República acusándolo de pretender “imponer una categoría de género, además del femenino y masculino” y de haber traicionado acuerdos con la Iglesia.

Recordemos al cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, quien califica a los homosexuales como “mariquitas” y considera el matrimonio entre personas del mismo sexo como “aberración”.

La conferencia del episcopado mexicano apoyó a la ultraderechista organización Pro Familia en la realización de marchas de protesta multitudinarias convocadas en diversas ciudades en septiembre del mismo año. En muchas marchas se vieron obispos encabezándolas.

Las declaraciones de Francisco han resultado muy incómodas a la jerarquía católica mexicana. De inmediato, sus voceros han salido a interpretar “correctamente” las palabras del pontífice argentino, diferenciando las uniones civiles del matrimonio religioso y aun del matrimonio civil.

Las buenas conciencias católicas siguen mirando a los homosexuales como personas que viven en pecado o están enfermos. Ahora los católicos más conservadores sienten traición a la lucha contra la ideología de género. Sin duda el fondo es que Francisco ha sacudido y ha provocado a la homofobia eclesiástica.

Fuente: Milenio

Post Author: anodis