Diversidad sexual, información y medios LGBT

Por Alejandro Juárez Zepeda

Coincidiendo con las reivindicaciones que el movimiento LGBTQIA planteó en México a partir del 2010, los temas asociados a la diversidad sexual y de género comenzaron a ganar relevancia para los medios de información en general, al grado que hoy día resulta raro que alguno, por lo menos de los más destacados, deje pasar algún hecho importante relacionado con dicho colectivo.

En el mismo sentido, los temas de la diversidad sexual y de género se abordan con mayor rigor, profesionalismo, seriedad, utilizan el enfoque de derechos humanos y no discriminación, y se alejan para siempre de la sorna y el escarnio característicos hace no mucho tiempo.

Más allá, los principales diarios de circulación nacional, revistas de análisis e investigación, y portales digitales consideran los asuntos relacionados con la diversidad sexual y de género como parte de su agenda informativa. Independientemente de la orientación política de cada medio de comunicación en particular, se hace espacio para reflexionar en uno u otro sentido, pero siempre bajo ciertos estándares deontológicos.

Y aunque esto es motivo de celebración, no podemos decir que dicha apertura se diera de manera natural o espontánea. Este viraje es producto de acciones del colectivo que, combinando activismo y periodismo, abrieron brecha para una cobertura informativa justa sobre el particular.

El periodismo LGBTQIA existe en México hace al menos cuarenta años. En aquel entonces, se trataba de un periodismo de nicho, mucho más centrado en la organización del propio colectivo, aunque también muy orientado a consolidar una “cultura gay” (que daba cuenta de modas, música, “lugares de encuentro”, fiestas semi-clandestinas, espectáculos y, de manera muy señalada, literatura que reflejaba el estilo de vida homosexual de la capital mexicana). Poco tiempo después, sobre todo a partir de los ochentas, el periodismo gay incorpora cuestiones referentes a la salud mental y, particularmente, la prevención y tratamiento del VIH/Sida.

Algunos de estos medios fueron fugaces y otros más se han sostenido, pese a las dificultades que representa una empresa de comunicación de nicho. Algunos forman parte de un pasado nostálgico, irrecuperable y casi inasequible a las nuevas generaciones de millennials y zentennials (Macho Tips, Hermes, Boys & Toys –estas revistas eran más del tipo porno-literario-activista).

Notiese

A finales de esta década, surgen las empresas pioneras en el periodismo con enfoque de diversidad sexual y de género (verbigracia, CIMAC). Así comienza la difusión y el análisis de estos tópicos de una manera seria y profesional, alejada del sensacionalismo y la frivolidad con que generalmente se trataban, usando para ello las técnicas, herramientas, géneros y fines propios del periodismo, aunados al carácter militante del activismo por la igualdad jurídica y política, y la no discriminación de todas las personas.

En este sentido, es destacable la labor de la agencia NotieSe, creada en el año 1998, como un proyecto de la asociación civil Letra Ese, que desde tiempo antes publicaba un suplemento mensual sobre salud, sexualidad y Sida en el diario La Jornada.

NotieSe ha sido reconocida en tres ocasiones con el Premio Nacional de Periodismo.

Gracias al trabajo realizado desde su plataforma, se dieron a conocer asuntos como el “tanga-gate”, que involucró al ex líder de la asociación antiabortista Provida, Jorge Serrano Limón, en el desvío de recursos otorgados por la Secretaría de Salud para la adquisición de aparatos de ultrasonido, destinados a la atención de mujeres embarazadas, los cuales fueron usados realmente para comprar, entre otras cosas, lenecería (tangas), trajes finos y plumas Mont Blanc.

Esta agencia documentó también las violaciones a los derechos humanos de varios miembros del ejército mexicano que eran portadores del VIH/Sida, mismos que fueron discriminados por las instituciones encargadas de brindarles seguridad social. También dio cuenta de las expulsiones injustificadas que sufrió un grupo de niñas de un colegio particular por ser seropositivas.

En alguna ocasión, Mario Alberto Reyes, uno de sus ex-jefes de información, me comentó: “la principal aportación de esta agencia fue ir permeando en el imaginario social para desterrar la ignorancia que fomenta la discriminación y la violencia en contra de las personas con una orientación sexual o identidad de género disidentes. NotieSe fue un compromiso social más que un negocio informativo”.

Anodis

En 2002, Víctor Espíndola fundó la Agencia de Noticias sobre Diversidad Sexual (Anodis), un sistema de información que transmite noticias, opiniones y análisis sobre la comunidad LGBTQIA en México y el mundo, a través de internet y con el apoyo de reporteros, corresponsales y colaboradores diversos. Durante su primera época, es decir, hasta hace más o menos seis años, su servidor de internet llegó a almacenar más de 23 mil piezas periodísticas, recopiladas durante once años de trabajo ininterrumpido.

Hoy, después de una pausa para reagrupar fuerzas, Anodis regresa, pero con un perfil distinto: dejando de lado el contenido frívolo y concentrándose más en noticias duras, sobre cuestiones políticas y sociales relevantes donde las luchas del colectivo LGBTQIA son el tema central. Se apoya en editorialistas y reporteros de investigación para generar un contenido quizás menos voluminoso, pero ciertamente propio (no refriteado) y de mayor calidad.

Los millennials

Esta última década ha transformado por completo el mundo de los medios dedicados al colectivo LGBTQIA. No solamente son más atrevidos (porque también están menos expuestos a la censura); también son más incluyentes y llegan a otros públicos. Significan una apuesta renovadora, egresada de alguna licenciatura en administración de empresas, con visión gerencial, contenido comercial y estados financieros positivos.

Entre estos medios de última generación, mucho más trendy and globalized, con un lenguaje relajado e irreverente que hacen imposible pensar que este tipo de publicaciones fueran casi clandestinas o totalmente underground hace apenas veinte años, se encuentran Soy Homosensual, Escándala, los blogueros Pepe y Teo, et. al.

De acuerdo a su media-kit: “#SoyHomosensual es una comunidad en línea creada con la finalidad de tener un ambiente divertido, sin complicaciones e informado sobre lo que acontece en México y el mundo respecto al movimiento LGBT”. Sus creadores, Alberto Demonio y Alex Camarillo, cuentan que la idea surgió después de haber estado a cargo de las redes sociales de una organización no gubernamental que trabajaba los derechos sexuales. Agobiados por la corrección política y la obligación de estar cuidando el lenguaje en todo momento, decidieron armar esta iniciativa, apostando por una “comunicación limpia, inteligente y visualmente atractiva”.

Sin embargo, en #SoyHomosensual no tiene cabida el material gráfico que pueda ser “visualmente fuerte o incómodo”. Los “homosensuales”, más que un medio informativo o una plataforma de militancia LGBTIQ, prefieren ser una oferta de entretenimiento y superación para esta comunidad, sin dejar de lado algunos temas políticos y sociales sensibles que pueden presentarse en ciertas coyunturas. Son “aspiracionales” (en el sentido de que intenta modelar nuevas formas de ser sexualmente diversos) para que su público diga: “yo quiero ser así”.

Desafortunadamente, las sociedades no evolucionan por decreto legal. Tampoco los medios. No basta modificar las leyes existentes o crear algunas nuevas y mejores para que las relaciones sociales de opresión y exclusión se modifiquen. Además de leyes, hay que crear políticas públicas que impulsen la diversidad sexual en un marco de tolerancia democrática para que, a mediano y largo plazo, se opere un cambio en la cultura y el inconsciente colectivo.

Pero aparte de leyes y políticas públicas, es preciso desarrollar acciones sociales y profesionales con el objeto de desterrar prejuicios, estigmas y relatos excluyentes y patologizadores que alientan la discriminación, ya sea desde el sistema educativo, el discurso científico u otras estructuras. En este sentido, las aportaciones que realizan a la causa de la diversidad y la inclusión los medios de comunicación que han adoptado un enfoque de derechos humanos y se han retirado mediante criterios deontológicos del todavía rentable encabezado sensacionalista, la nota burlona e insultante y el discurso de odio, es invaluable y digna de reconocimiento. Desde aquí, muchas gracias a todes, mis cielas.

Fuente: Ombuds Gay

Post Author: anodis