Por Olivia Rubio
El pasado 29 de junio, el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra personas LGBT en México presentó su informe 2020. Este informe condensa el trabajo recopilatorio en materia de homicidios de personas con orientaciones e identidades de género no normativas en 10 entidades federativas de la República mexicana, en el periodo comprendido de 2014 al 17 de mayo de 2020.
Los crímenes de odio contra personas LGBTTTI son aquellos homicidios motivados por el desprecio o prejuicio en contra de la víctima por su orientación sexual, identidad o expresión de género.
No obstante que la sistematización de los datos resulta compleja, debido a que las fuentes de información de crímenes en nuestro país no son confiables, y mucho menos cuando se trata de registro de personas LGBTTTI, el Observatorio logró documentar 209 casos únicamente en las entidades federativas participantes: Baja California, Chihuahua, Ciudad de México, Coahuila, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, Puebla y Veracruz.
El año con más casos documentados fue 2019, con 75; le sigue 2018, con 36 casos; en 2017 se documentaron 25 casos, mismo número que ya registra 2020 en únicamente 5 meses; en 2015 se documentaron 23 casos; en 2014, 13 casos; y en 2016, 12 casos. Cada uno de ellos, una persona con nombre y apellido que fue ultimada por amar a alguien de su mismo sexo o por expresar su identidad.
De los estados documentados, Veracruz fue la entidad federativa que registró el mayor número de casos con 49; seguido por Chihuahua, con 37; en Michoacán se registraron 28, mientras que en Guerrero fueron 22; en Puebla 18; en Coahuila 14; en la Ciudad de México 13; en Nuevo León 12; en Jalisco 10, y en Baja California 6.
Más de la mitad de las víctimas (53.58%) se encontraba entre los 20 y los 40 años de edad. Y son las mujeres trans, quienes fueron mayormente asesinadas, seguidas de hombres gays.
En cuanto a la forma en la que se llevó a cabo el crimen, todos y cada uno de los modus operandi son de un especial y cruel ensañamiento, siendo estos por impactos de bala, lesiones por arma blanca, golpizas, asfixia, tortura o atropellamientos, de lo que se deduce el elemento subjetivo del odio en contra de la víctima.
El trabajo de sistematización del Observatorio no puede quedar en una simple documentación estadística, sino que debe ser retomada y analizada por las autoridades para prevenir y erradicar estos crímenes atroces, a través de políticas que garanticen a la población LGBTTTI la posibilidad de vivir una vida libre de violencia en cualquier lugar de México.
 | Olivia Rubio es abogada, criminóloga, experta en Derechos Humanos, Derecho Penal, Sistema Penal Acusatorio, Justicia Transicional, Derecho Parlamentario, temas de género, igualdad y no discriminación. Amplio conocimiento en los sistemas Regional y Universal de los Derechos Humanos. Experiencia en el ámbito legislativo donde ha generado diversos marcos normativos en clave de derechos humanos y en la administración pública federal. |
